La extraña relación entre el corazón y los dientes

El mal cuidado de la salud dental puede acarrear complicaciones coronarias. Cómo reconocer los peligros

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Los dientes y el corazón no parecen, a priori, tener una relación estrecha, sin embargo diversas investigaciones revelan que lo contrario: existe una relación directa entre los bacterias de la boca y las enfermedades cardiovasculares.


Actualmente, no solo los dientes sino también las encías juegan un papel importante en el desarrollo de estos eventos, que pueden llegar a precipitarse si no se realiza la detección temprana de afecciones periodontológicas. El gran peligro es que avanza de manera silenciosa y luego afecta de forma significativa al corazón.


"El cuidado de la salud periodontal es fundamental en la prevención de enfermedades cardiovasculares," explica la cardióloga Bibiana Rubilar de Seggio (M.N. 109797).


Por ejemplo, la Asociación Americana de Cardiología recomienda el cuidado de las encías como una más de las estrategias de prevención de la cardiopatía isquémica.


La cardiopatía isquémica es una enfermedad ocasionada por la arteriosclerosis de las arterias coronarias: las encargadas de proporcionar sangre al músculo cardíaco (miocardio).


"Las personas con periodontitis tienen no solo una mayor factor de riesgo en su salud dental, sino también en su corazón y vasos sanguíneos", dice William Watt Kerr, profesor de Clínica Médica de la Universidad de California, Estados Unidos.


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"Estudios recientes demuestran que la enfermedad periodontal se encuentra a igual medida de importancia que los factores de riesgo bien conocidos como la hipertensión arterial, el colesterol elevado, la edad o la diabetes", agrega Rubilar de Seggio.


Por su parte, la Organización Mundial de la Salud (OMS) instó a sus estados miembros a incorporar la salud bucodental a las políticas sanitarias preventivas. Mientras que la Unión Europea invitó al resto del mundo a promocionar el desarrollo de futuras políticas de salud para enfermedades crónicas, incluyendo en ellas las bucodentales más comunes.


Las bacterias, esas enemigas invisibles

En la cavidad bucal existen gran cantidad de bacterias y muchas veces pueden comportarse como patógenos. Luego del nacimiento, el Estreptococo viridans es un grupo de bacterias que comúnmente habita la cavidad bucal. Después, aparecen los Estafilococos aerobios, diplococos gram negativos, difteroides. Una vez establecida la dentición, se pueden observar espiroquetas anaerobias, Bacteroides, Fusubacterium.


En los adultos, especies tales como actinomicosis pueden encontrarse en amígdalas y encías. "Lo que puede ocurrir en el origen de una infección es que esta bacteria, producto de por ejemplo una periodontitis, ingrese a la sangre y ahí desencadene una afección mayor", asegura Rubilar de Seggio, prosecretaria de la Fundación Cardiológica Argentina.


¿Cómo es el camino desde la boca al corazón?

Hay hipótesis ya establecidas que indican que las bacterias adheridas a los dientes promueven el desarrollo de lesión aterosclerótica y con ello aumentan el riesgo de precipitar eventos cardiovasculares.


"Cuando hay sangrado por enfermedades periodontales hay una gran movilización de factores inflamatorios, entre ellos bacterias y toxinas, que son capaces de movilizar una placa de ateroma (depósito de colesterol en la pared de una arteria) y de esta forma tapar totalmente una arteria coronaria", dice la especialista.


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¿Qué es la endocarditis bacteriana?

Es una complicación producto de la adherencia de la bacteria a la superficie valvular del corazón: "Estas bacterias crecen formando vegetaciones que pueden generar abscesos (cúmulos de pus) y desprenderse provocando embolias que pueden impactar y comprometer la circulación sanguínea de esa zona del cuerpo".


Cómo reconocer los peligros

Según la Academia de Odontología General (AGD), la enfermedad de las encías afecta a más del 60 por ciento de la población, aunque eso no significa que vayan a tener problemas coronarios. Sin embargo, recomienda visitar un especialista si se padece algunos de los siguientes factores:


  • Encías rojas, blandas o hinchadas
  • Encías sangrantes al cepillar o al usar hilo dental
  • Encías que parecen estar separadas de los dientes
  • Mal aliento crónico o un sabor desagradable en su boca
  • Dientes que están flojos o separados entre sí

Todo esto puede ser evitado con las debidas precauciones, previendo las posibles consecuencias y realizar la consulta adecuada para evaluar si se debe tomar o no antibióticos antes, como así también teniendo un control responsable de la salud bucal.