En el fondo del bar "El Caburé", ubicado en Lima 1813, toman cerveza dos hombres tatuados desde los brazos hasta el cuello. Cada diez minutos, salen a la puerta y fuman tabaco. Luego, preparan y prenden un cigarrillo de marihuana nevado con cocaína. El encargado del lugar conversa con ellos. Junto a la barra, una mujer baila música que aturde, borracha, con un vaso de vino en la mano: las seis de la tarde marca el reloj colgado en la pared del antro. Desde allí opera Claudia 'La Chata' Montes, cabecilla de una organización denunciada por reclutar y prostituir chicas, algunas de ellas menores de edad, según una investigación federal a la que tuvo acceso Infobae.
Comerciantes de la zona aportaron datos a los agentes policiales, pero pidieron discreción "por temor a represalias". Indicaron que, en las calles aledañas a una de las principales estaciones de Capital Federal, 'La Chata' se dedica a "organizar a las mujeres" que son prostituidas.