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Un atacante suicida se inmoló en una mezquita de la provincia Aseer, al sur de Arabia Saudita, dejando un saldo de, al menos, 17 muertos, de acuerdo a lo informado por la prensa local.
Según la televisión estatal Al Ijbariya, un suicida detonó una carga de explosivos en la mezquita de las Fuerzas de Seguridad de Emergencia durante el rezo del mediodía.
El atentado también dejó al menos 30 miembros de las fuerzas de seguridad heridos.
Un portavoz del ministerio del Interior confirmó el ataque terrorista, pero dio un saldo de muertos levemente inferior al brindado por la prensa local. En diálogo con AFP, el funcionario saudita señaló se registraron al menos 13 fallecidos.
El portavoz informó además que las víctimas eran miembros de la Unidad Especial de Armas y Tácticas.
"Está confirmado que hubo una explosión y hay más de 13 muertos... en una mezquita", apuntó el funcionario, quien aclaró que aún es muy pronto para determinar quién pudo haber ideado el ataque.
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El pasado 22 de mayo, un atentado suicida en una mezquita chiita en la población saudita de Al Qadih, en la provincia de Al Qatif, causó la muerte de una veintena de personas y un centenar de heridos.
Este ataque fue reivindicado por el Estado Islámico, que ya en noviembre llamó a la guerra en Arabia Saudita y urgió a los sauditas a rebelarse contra los chiitas de su país, la familia gobernante Al Saud y el Ejército.
Ese mes hubo otro ataque contra una mezquita chiita en la población de Al Daluh, en la provincia de Al Ahsá, que se saldó con la muerte de ocho personas por disparos.
Arabia Saudita es miembro de la coalición internacional, liderada por Estados Unidos, que bombardea posiciones del Estado Islámico en Siria e Irak.
El reino fue blanco de varios atentados terroristas a partir de mediados de la década de los 90, lo que llevó a las autoridades a permitir que Estados Unidos estableciera bases militares en su territorio.
En mayo de 2003, una serie de explosiones de coches bomba sacudieron un complejo residencial en Riad, donde vivían expatriados árabes y occidentales, lo que casó una veintena de muertos y casi 200 heridos.
