Durante los 67 años que estuvo abierto, este manicomio neozelandés acumuló las más variadas denuncias sobre abusos y vejámenes sufridos por sus pacientes. Luego de que muchos de estos casos salieran a la luz, la institución fue clausurada, y desde entonces permanece abandonada.
Pero eso no hizo que el Hospital Psiquiátrico Kingseat desapareciera de la vida de los vecinos de Auckland. En la última década, son más de cien las personas que aseguran haber visto allí o en las inmediaciones a fantasmas, espectros y distintos seres de ultratumba.
Recientemente, la institución fue adquirida por una empresa que realiza competiciones nocturnas de paintball. Cansada de asistir a eventos paranormales, decidió contratar a la organización Haunted Auckland ("Auckland encantado"), especializada en el estudio de estos fenómenos.
Mark Wallbank, jefe del equipo, contó al Daily Mail Australia que tras una ardua investigación descubrió algunas cosas inquietantes. Por ejemplo, que a lo largo de su historia, en el manicomio murieron más enfermeros que pacientes. La gran mayoría, por suicidios.
Las fuerzas del personal nunca eran suficientes para controlar a los 800 internos, que habitualmente se atacaban entre sí. Pero algunos de los empleados, lejos de sentirse intimidados por el trabajo, habitualmente cometían abusos sexuales y psicológicos sobre los pacientes.
Haunted Auckland realizó tres inspecciones en el lugar, en busca de irregularidades paranormales. Una de las más notables que descubrieron fue la "enfermera gris", el supuesto fantasma de una trabajadora que murió en la institución.
Wallbank contó que sus equipos registraron allí una "energía muy pesada", señal de una intensa actividad espectral. También dijo que escucharon voces, una de ellas que decía claramente "Stephen".
"Vimos muchas cosas que no tienen explicación", concluyó.