El dictador Al Assad reconoció el avance de los rebeldes sirios en bastiones clave

Prometió, sin embargo, que el ejército se recuperará tras los intensos combates que mantienen en el norte del país. Negó que las fuerzas del Gobierno estén en peligro

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 AFP 163
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El dictador sirio Bashar Al Assad admitió el miércoles haber sufrido recientes "reveses" en la guerra con los rebeldes que tratan de derrocarlo, pero prometió que sus fuerzas se recuperarán para los intensos combates que libran en el norte del país.

La inusual admisión de derrota tiene lugar después de una serie de avances de la oposición en el norte y en el sur que desalojaron a las fuerzas del dictador sirio de algunas de sus posiciones.

Los golpes debilitaron la noción de que Al Assad está camino a derrotar la rebelión que lleva ya cuatro años. También socavan la afirmación de que su gobierno constituye un foco de resistencia al grupo extremista Estado Islámico, que a su vez había eclipsado a los rebeldes en el último año.

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El presidente sirio habló durante una visita a una escuela en Damasco para conmemorar el Día de los Mártires. Es normal tener "idas y vueltas, ganancias y pérdidas, avances y retrocesos", afirmó. "Todo fluctúa excepto una cosa, que es la fe en el soldado y su convicción sobre la victoria definitiva. Por eso, cuando ocurren reveses, es nuestro deber como sociedad impulsar la moral del soldado y no aguardar que él impulse la nuestra. Es un movimiento mutuo".

A su vez, Al Assad desmintió especulaciones en la prensa de que sus fuerzas están en peligro por considerarlas "propaganda" y aseguró que no está preocupado.

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Las fuerzas del gobierno se retiraron de la ciudad de Idlib, en el norte, después de ser desalojadas por los rebeldes opositores a fines de marzo, a los que siguieron la ciudad estratégica de Jisr al-Shughour y la base militar de Qarmeed la semana pasada.

Sus soldados se encuentran acosados en los pocos bastiones que mantienen, incluso el hospital nacional de Jisr al-Shughour, donde están parapetados desde que los rebeldes ocuparon la ciudad el 25 de abril.

Al Assad prometió que sus fuerzas prevalecerán allí. "Dios mediante, el ejército se conectará pronto con esos héroes sitiados en el hospital de Jisr al-Shughour para seguir la batalla para erradicar el terrorismo".