Mientras los investigadores tratan de aclarar por qué un joven piloto alemán estrelló deliberadamente un avión de Germanwings en los Alpes franceses, colegas y psicólogos advierten que no hay un método infalible para prevenir incidentes similares en el futuro.
Los 150 ocupantes del vuelo 4U9525 de la aerolínea alemana de bajo costo murieron después de que el copiloto de 27 años Andreas Lubitz bloqueara la puerta de la cabina de mando, tomara el control del avión y lo hiciera descender de altitud a unos 914 metros por minuto.
El diario alemán Bild informó el viernes que Lubitz recibió tratamiento psiquiátrico por un "grave episodio de depresión" hace seis años y que el accidente originará exigencias de pruebas mentales y de estrés más rigurosas.
La ONU recomienda que alguien con depresión no sea piloto de un avión
La Organización de Aviación Civil Internacional, el organismo de la ONU destinado a establecer estándares globales de aviación, recomienda que alguien con depresión no sea piloto de un avión.
Sin embargo, también dice en su manual Médico de Aviación Civil que las pruebas psicológicas a las que se somete la tripulación no son "fiables" para predecir enfermedades mentales.
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Aerolíneas asiáticas como Cathay Pacific, Japan Airlines, Qantas Airways y Singapore Airlines dijeron que sus pilotos se pasan por rigurosas pruebas médicas que incluyen un test psicológico.
Luego deben realizarse una revisión médica, que también incluye pruebas psicológicas, al menos una vez al año.
Las aerolíneas también tienen acceso a terapias confidenciales, pero puede que todo esto no sea suficiente, dicen expertos y pilotos.