Se fue el calor, siguen los cortes: en Caballito no hay luz desde hace dos semanas

La falta en el suministro eléctrico comenzó con la ola de calor que se registró desde comienzos de mes. Más de 20 familias se ven afectadas mientras que desde la empresa Edesur aún no dan respuestas concretas

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 @JonatanMoris 162
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Un operario repara un generador de energía eléctrica: estos aparatos se multiplicaron como parche antes las emergencias @GCBA 162
Un operario repara un generador de energía eléctrica: estos aparatos se multiplicaron como parche antes las emergencias @GCBA 162

El sábado pasado finalmente llegó el otoño y con él, la temperatura bajó notablemente. Se dio así fin a más de tres semanas de calor, en las que el termómetro superó casi todos los días los 30 grados, el consumó de electricidad llegó a niveles récord y las reservas de energía cayeron muy por debajo del mínimo recomendado. Con este panorama, los cortes de luz en varios barrios de la Ciudad y localidades del conurbano bonaerense no se hicieron esperar y miles de vecinos se vieron perjudicados. Sin embargo y pese al alivio climático, todavía hay lugares que sufren falta en el suministro eléctrico desde hace muchos días.


Este es el caso del barrio porteño de Caballito, en el que unas 20 familias que viven entre Díaz Vélez, Franklin y Virasoro no tienen luz desde hace dos semanas. Personas enfermas, jubilados, recién nacidos y comerciantes son algunos de los afectados y ante la falta de respuestas por parte de Edesur -la empresa que presta el servicio- se sienten abandonados.


Los vecinos calculan que el comienzo del corte ocurrió entre la noche del 11 y la madrugada del 12 de este mes. No es la primera vez que sufren una interrupción en el servicio, pero nunca superó los cuatro días. Antes atribuían los cortes a la ola de calor, pero ahora no encuentran explicación alguna ante la llegada del otoño. "Sentimos que no hubo voluntad para solucionar nuestro problema. Nos mintieron de manera sistemática porque nos decían que en cualquier momento se solucionaba todo y eso nunca ocurrió", contó al diario Clarín, Saúl, vecino de la manzana afectada y electricista de oficio.


En el lugar, la tensión es muy baja y apenas sólo se puede prender una bombita. Muchos optaron por desconectar la heladera y vaciarla. Y sin mencionar el uso de otros electrodomésticos, que desde ese momento no fueron prendidos y se desconoce cuál es su uso. Algunos decidieron irse a casas de familiares o amigos. Otros con cuadros de salud complicados, se viero obligados a atravesar su enfermedad con las incomodidades de no tener luz.