Jerusalem Post, Haaretz y la agencia judía de noticias JTA recogieron la denuncia de la revista brasileña Veja, donde tres ex chavistas aseguran tener detalles sobre una negociación entre el gobierno argentino y el iraní para desviar la investigación del atentado a la AMIA. Además, habrían planeado trabajar en proyectos nucleares.
Los medios de Medio Oriente destacan que "la revelación" de la revista "respaldó la denuncia del fiscal Alberto Nisman". Remarcan, asimismo, que el Gobierno de Venezuela, presunto intermediario, compró a partir del trato u$s 6 billones en bonos argentinos. Y que el gobierno de Cristina Kirchner "recibió un montón de dinero por el acuerdo".
El semanario brasileño Veja informa este sábado que entrevistó por separado a tres ex funcionarios del gobierno de Venezuela, todos ellos "ex integrantes del gabinete de Hugo Chávez", quienes aseguraron haber estado presentes cuando el fallecido caudillo bolivariano y el entonces presidente iraní, Mahmud Ahmadinejad, discutieron sobre el trabajo que estaba realizando el fiscal Alberto Nisman, a cargo de la investigación sobre el caso AMIA.
La mutual israelita de Buenos Aires fue atacada en 1994 por un coche bomba que dejó 85 muertos y el fiscal seguía la pista iraní, pero murió en enero de este año, poco después de denunciar a la presidente Cristina Kirchner por encubrir las responsabilidades del gobierno de Teherán en el atentado terrorista.
Según los ex funcionarios chavistas citados por Veja, "representantes del gobierno argentino recibieron grandes cantidades de dólares en especies. A cambio de dinero, dicen los chavistas disidentes, Irán pidió que la autoría del atentado fuese encubierta".
Además, el acuerdo incluiría intercambio sobre tecnología nuclear: "Los argentinos también debían compartir con los iraníes su larga experiencia en reactores nucleares de agua pesada, un sistema antiguo, caro y complejo, pero que permite la obtención de plutonio a partir de uranio natural", relata Veja.
La cumbre Chávez-Ahmadinejad se produjo en la mañana del 13 de enero de 2007 en el Palacio de Miraflores. Estaban los dos mandatarios, sus guardias de seguridad, y la primera plana del gobierno chavista. Poco antes del mediodía, cuando compartieron el almuerzo, los disidentes exiliados relatan que se produjo el siguiente diálogo:
Los chavistas disidentes que dialogaron con Veja desde Washington dijeron haber tenido participación directa en las gestiones ordenadas por Chávez para atender el pedido de impunidad de Ahmadinejad.
Los dos presidentes evaluaron que comprar títulos de la deuda argentina era una oportunidad para impulsar el acuerdo con el gobierno kirchnerista. Veja explica que el Tesoro de Venezuela compró 1.800 millones de dólares en esos bonos en 2007. A fines de 2008, Caracas poseía unos 6.000 millones en esos títulos. El negocio para Argentina fue "formidable", asegura la revista brasileña: "Néstor y Cristina hicieron varios agradecimientos públicos a Chávez por esta operación financiera", recuerda.