Rousseff: "Brasil no vive una crisis de corrupción, pero aquí no hay intocables"

La presidenta brasileña aseguró que su indignación por las denuncias sobre corrupción dentro de Petrobras es la misma que siente el resto de sus compatriotas. Además se mostró a favor de la creación de un área de libre comercio en Sudamérica

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 AFP 163
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"Mi indignación con las denuncias que involucran a Petrobras es la misma que sienten todos brasileños, y quiero, al igual que todos ellos, que los los culpables sean castigados. Quienes hayan cometido el crimen, quienes hayan quebrantado la ley, deben pagar por ello. Porque en Brasil no hay intocables, y por esto cualquiera que no trate el dinero público con seriedad, honestidad y efectividad debe pagar por ello", afirmó la mandataria.

En este sentido, Rousseff agregó que "Brasil no vive una crisis de corrupción, como afirman algunos. En los últimos años comenzamos a ponerle fin a un largo período de impunidad, y esto es un gran avance para la democracia brasileña".

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Sin embargo, el hecho de que el oficialista Partido de los Trabajadores sea el protagonista del escándalo de corrupción en Petrobras hace dudar a muchos de que Dilma pueda liderar una campaña seria anticorrupción. "Es la Policía Federal bajo mi gobierno la que conduce las investigaciones sobre corrupción en Petrobras, y han sido esas investigaciones las que llevaron al desmantelamiento de un esquema del cual se sospecha que tenga décadas de existencia, con anterioridad a los gobiernos del PT. Yo misma despedí, tres años antes de esas investigaciones, al director que confesó ante la Justicia el armado del esquema de desviación de dinero en Petrobras. Y las investigaciones no han terminado", indicó la titular del Planalto.

La jefa de Estado brasileña, elegida por el Grupo de Diarios América como el personaje latinoamericano del año, también aprovechó para mostrarse a favor de un área de libre comercio en Sudamérica: "Nos complace ver la iniciativa de Chile de promover un encuentro entre los cancilleres del Mercosur y de la Alianza del Pacífico, con el propósito de estudiar mecanismos de convergencia entre estos dos procesos de integración. Éste también es uno de los objetivos del nuevo Secretario General de Unasur, Ernesto Samper. Brasil y el Mercosur, en la práctica, ya ejercen el libre comercio con Chile, Colombia y Perú, por ejemplo. Y Brasil también ha firmado varios acuerdos con México. Todo ello ha representado una base concreta para la creación de un área de libre comercio en Sudamérica".


¿Socios o rivales?

La visión de algunos analistas de que Brasil y México más que socios son rivales estratégicos en América Latina no concuerda con la postura de la presidenta del gigante sudamericano. "Veo a Brasil y México como grandes aliados, no como rivales, porque su relación está marcada por la convergencia, no por la divergencia. Ambas economías son complejas y diversificadas, lo que se refleja en intensas relaciones comerciales y de inversiones, y por eso queremos ampliar aún más el intercambio comercial. Ya le dije al presidente Peña Nieto que pretendo visitar México en los primeros meses de mi segundo mandato".

En el caso específico del Mercado Común del Sur (Mercosur), Rousseff aseguró que "el Mercosur no es, como algunas veces lo acusan, un bloque cerrado. Desde 1991, año de la creación del bloque, hemos negociado innumerables acuerdos comerciales, tanto en el marco de la Aladi como fuera de ella. Pero si algunas de esas negociaciones no avanzaron no fue por culpa del Mercosur, como en el ejemplo de la negociación con los europeos", según publica el periódico El País, de Uruguay.

Sobre la posibilidad de realizar acuerdos individuales por fuera del Mercosur, Dilma dijo que "desde el principio hubo consenso de que el bloque debería realizarlos en forma conjunta, como una manera de proteger los logros ya alcanzados en la integración intrazona, tanto en términos de preferencias arancelarias internas como de arreglos productivos. Aunque esto no quiere decir que cuando se negocia un acuerdo no se tengan en cuenta la situación y los distintos intereses de los diferentes países miembros".

Rousseff también se refirió al papel del ALBA, otro de los bloques regionales que fue creado por Venezuela en 2004, dentro del proceso de integración regional. "La coexistencia de diferentes mecanismos regionales refleja la rica diversidad sociopolítica de nuestros países, pero además comprueba el firme compromiso de todos con respecto al ideal de la integración. El concepto de integración es rico y complejo, y puede abarcar desde un simple acuerdo comercial hasta la integración productiva, desde la cooperación económica hasta la concertación política. Este concepto también puede adoptar distintos formatos y contornos, con la participación de grupos de países diversos, lo que puede ser un reflejo del patrón de relación histórica entre ellos".

La mandataria también se refirió a la polémica designación del nuevo ministro de Economía, Joaquim Levy. "Él tiene una larga carrera en el servicio público: fue secretario del Tesoro en el primer gobierno de Lula, y secretario de Hacienda del gobierno del Estado de Río de Janeiro. Conviví con Levy durante años y confío en su competencia para conducir el Ministerio de Hacienda en este momento. La economía brasileña, así como todas las economías emergentes, atraviesa un momento de transición, en el cual aún sufrimos los efectos externos del lento crecimiento mundial, incluso con la reducción de los precios de las commodities".