El sitio de noticias norteamericano Vocativ viajó a uno de los frentes de combate más calientes de la guerra contra el Estado Islámico (ISIS por sus siglas en inglés): la batalla por Kobane. La ciudad fronteriza entre Siria y Turquía es asediada por los yihadistas y defendida por fuerzas kurdas apoyadas por la Free Syrian Army (Armada Libre de Siria) y los bombardeos de la coalición internacional.
En el lugar grabaron algunos reportajes y escenas de combate, pero en este informe se enfocaron en los armamentos ligeros de las diversas fuerzas que libran estos combates.
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En el video se pueden ver las armas profesionales rusas y norteamericanas que se utilizan, pero también ejemplares modificados u otros explosivos de tipo casero que fabrican con elementos cotidianos.
Así, a los clásicos AK-47 rusos y los M16 fabricados en los Estados Unidos se les unen armas que tienen su origen en la antigua Unión Soviética.
Pero no les alcanza. Y tampoco disponen de tiempo para esperar por repuestos cuando tienen desperfectos o se rompen partes. Por eso recurren a arreglos caseros, como el manubrio de una motocicleta que es utilizado como comando de una ametralladora antiaérea KPV. La palanca que oficiaba de embrague es ahora el gatillo que dispara los proyectiles.
Una bomba casera con mecha secuestrada al Estado Islámico
Además se utilizan latas de gaseosa reconvertidas en granadas que lanzan contra los atacantes de ISIS, que llegaron a ocupar el 70% de la ciudad pero que ahora están en retroceso. Durante su retirada han abandonado algunas armas que dejan entrever que también necesitan de artesanías para resistir en el frente de batalla.
Entre proyectiles de morteros, tiras de balas para ametralladoras y granadas profesionales, un miliciano kurdo cierra el informe mostrando una bomba redonda que hace recordar a los barcos piratas, con su forma circular y la mecha que sobresale para ser encendida y activar el explosivo.