Latinoamérica poselectoral, ¿un nuevo panorama regional?

Los oficialismos pasaron la prueba electoral y renovarán sus mandatos, pero no lo lograron sin dificultades. Con menor margen en el parlamento y su imagen debilitada, enfrentan ahora nuevas dificultades y desafíos

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El 2014 ha sido -y aún es- un año de intenso debate político en toda Latinoamérica. Siete países de la región fueron a las urnas para votar a su próximo presidente, y con casi la totalidad de los resultados sobre la mesa -sólo resta el ballottage en Uruguay- una primera lectura pareciera mostrar que el panorama casi no ha sufrido modificaciones.

Sin embargo, los efectos de la crisis económica y el desgaste interno no pasaron desapercibidos para los oficialismos. Los analistas coinciden con que los desafíos de los gobiernos brasileño, uruguayo, colombiano y, en menor medida, boliviano, han aumentado significativamente de cara a su próximo mandato.

Colombia

Después de la victoria en primera vuelta del opositor Óscar Iván Zuluaga con un 29,26% de los votos, el mandatario Juan Manuel Santos contó sólo con 20 días para sumar los votos necesarios para ser reelegido para un segundo mandato. Y gracias a una campaña centrada en las conversaciones de paz que se desarrollan en La Habana con las FARC, lo logró.

La abstención electoral de casi un 60% en la primera vuelta -la más alta en la historia reciente del país-, sin embargo, se erigió como la "ganadora indiscutida" de los comicios. La falta de empatía entre los candidatos y la ciudadanía, sumada al hastío por la guerra sucia, provocó que casi 20 millones de colombianos, de los 33 millones habilitados, no ejercieran su derecho a voto.

En el segundo turno electoral, Santos logró centrar la campaña de cara al ballottage en los logros, aunque parciales, en las negociaciones para lograr la paz, contra la mano dura prometida por su rival, Zuluaga.

A pesar de la victoria de Santos, el nuevo Parlamento colombiano refleja un retroceso del oficialismo y un avance opositor, encabezado por el ex presidente Álvaro Uribe. En efecto, aunque el Partido de la U del mandatario conservó la mayoría en el Senado, la perdió en la Cámara de Representantes, donde el Partido Liberal logró 39 escaños contra los 37 del oficialismo. Esto es lo que motivó al presidente reelecto, apenas cerraron los comicios, a prometer un gobierno de "unidad" con los distintos sectores que comprometieron sus apoyos. Todavía resta ver si lo logrará.

Brasil

Después de varios meses de una campaña agresiva, el domingo 26 de octubre Dilma Rousseff se alzó con una nueva victoria, que la mantedrá en la presidencia de Brasil hasta 2019. Sin embargo, los resultados no parecen haber dejado conforme al oficialismo.

Este retroceso también se reflejó en el Congreso. No sólo el PT sino toda su red de aliados -PMDB, PDT, PCdoB, PP, PR- perdieron escaños en ambas cámaras.

"La diferencia entre Rousseff y Neves fue de sólo el 3%, la menor ventaja para un presidente electo desde la reinstalación de la democracia en Brasil en 1989", dijo a Infobae el especialista Santiago Pérez, desde Río de Janeiro.

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El director de Equilibrio Internacional explicó que incluso después de publicados los resultados, Rousseff dejó la impresión de ya estar trabajando para cerrar las divisiones abiertas por la elección.

"Sin dudas, ya está pensando cómo gobernar un segundo período con menor margen político. Por eso ya convocó al diálogo a todos los sectores sociales, industrias, sindicatos, empresarios, banqueros, asociaciones civiles y organizaciones sociales", afirmó Pérez.

La corrupción fue, en gran medida, el tema que marcó el pulso de toda la campaña electoral. El escándalo en torno a la estatal Petrobras, que involucró a funcionarios del gobierno petista, puso en apuros al oficialismo a sólo dos días de los comicios, cuando la revista Veja publicó un artículo en el que se aseguraba que tanto Rousseff como Lula da Silva sabían de los desvíos de fondos ilegales.

La otra gran carta de la oposición que explica el ajustado resultado tiene que ver con la desaceleración económica y el aumento de la inflación del último período, que llegó al 6,5% anual.

Esto fue reflejado por los medios internacionales, que pedían un cambio en el país. El diario The Economist publicó en un artículo: "Bajo el gobierno de Rousseff la economía se estancó y el progreso social se ha ralentizado. (...) Brasil es, por lejos, el actor más débil del club de los emergentes de los BRICS".

Sin embargo, todo eso no pudo borrar la marca que dejaron los 11 años en el poder del PT y los extensos programas sociales que llevó adelante y que, de acuerdo con distintas estadísticas, han sacado a unos 35 millones de brasileños de la pobreza.

Todos estos factores han condicionado a un oficialismo que salió debilitado de las elecciones y con la obligación de escuchar tanto a la oposición como a los mercados. He ahí el desafío de Rousseff para los próximos cuatro años.

Bolivia

Los comicios del 12 de octubre en Bolivia concluyeron con una contundente victoria del líder del MAS, Evo Morales, con el 61,04% de los votos. Se trata de la única elección de la región que no debió pasar por una segunda ronda electoral o ballottage.

Con estos números, Morales se ha asegurado el control de dos tercios de la Asamblea Legislativa, lo que lo habilita para realizar cambios constitucionales, como la reelección indefinida, aunque el ex cocalero negó que ese fuera su objetivo después de los comicios.

"Evo Morales supo negociar, dialogar, cooptar y hasta dividir para sumar"

En el plano regional, el mandatario ratificó su alianza en torno al ALBA y a la Unasur y descartó el ingreso de Bolivia en la Alianza del Pacífico. "Sería una traición a nuestros principios (...) para acompañar las políticas del sistema capitalista, del pensamiento imperialista", afirmó en las primeras declaraciones posteriores a la votación.

Desde Bolivia, donde trabaja como periodista del diario El Deber, Carolina Ricaldoni explicó a Infobae el panorama en el que se celebraron los comicios presidenciales: "Si bien los porcentajes en intenciones de voto del oficialismo y la oposición son casi idénticos a los de 2009, en estas elecciones la oposición se fragmentó aún más".

Evo Morales supo negociar, dialogar, cooptar y hasta dividir para sumar, explica Ricaldoni sobre las fortalezas del oficialismo.

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"Podemos decir que el MAS conserva el apoyo de campesinos, de indígenas, de comerciantes, del sector extractivista, de agropecuarios de la Medialuna (Beni, Pando, Santa Cruz y Tarija), de cocaleros y hasta de contrabandistas y narcotraficantes", todo lo cual explica en gran medida su éxito electoral.

Sin embargo, el verdadero logro de Morales en estas elecciones tiene que ver con los acuerdos "silenciosos" que logró hacer con sectores que antes se le enfrentaban y que incomodarían a varios de sus seguidores.

"Hacer alianzas sin expulsar a las petroleras extranjeras -que en 2006 reclamaban la autonomía regional junto a la élite agraria- le permitió al MAS obtener recursos económicos y amortiguar el lobby del sector en su contra", concluyó Ricaldoni.

El afamado desarrollo quedó tan alejado de las políticas actuales como el socialismo y la defensa de la Madre Tierra, banderas levantadas todavía por Evo en los foros internacionales, pero con pies de arena en el terreno local.

Uruguay

De las elecciones de este año en la región, posiblemente las uruguayas sean las que menos modificaron el panorama político. Aunque todavía falta el segundo turno electoral, que se celebrará el 30 de noviembre, todos los analistas coinciden con que el oficialismo, con Tabaré Vázquez a la cabeza, tiene muchas posibilidades de aumentar significativamente el caudal de votos obtenido en la primer vuelta (47,81%).

Con esto, estaríamos ante resultados electorales muy parecidos a los de cuatro años atrás. En el Congreso, al igual que entonces, también se repite el resultado: una sola banca inclina la balanza en favor del Frante Amplio.

"La mayoría en la Cámara de Representantes es por una sola banca. Pero es exactamente la misma mayoría que obtuvo el Frente Amplio en la elección pasada. Dada esta situación, si consideramos oposición a todos los demás, tampoco se modificó su representación", explica Daniel Buquet, del Instituto de Ciencia Política de la Universidad de la República, de Uruguay.

El especialista agrega que el único cambio que destacar del mapa político tiene que ver con una mayor fragmentación. Esto porque "el Partido Colorado redujo su votación y la incrementaron otros partidos más pequeños, como el Partido Independiente, que ingresa al Senado, y Unidad Popular, un nuevo partido de izquierda radical que ingresa a la Cámara de Diputados".