Tres detenidos en España por vender un cuadro robado de Botero

'La Putica' fue robado de un domicilio particular en Madrid en 2002 y vendido este año por 87.000 euros en Singapur. Es un retrato de una mujer con las típicas facciones regordetas del pintor colombiano

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La Policía española anunció este jueves la detención de tres vendedores de un cuadro de Fernando Botero llamado La Putica, que fue robado de una casa particular en Madrid en 2002 y que nunca fue hallado pese a su paso por varias galerías internacionales.

Con las facciones regordetas características del artista colombiano y un lazo rojo en el cabello a tono con su vestido y su minúscula boca, La Putica, un lienzo de 30x40 cm pintado en 1982, lucía en un apartamento de un elegante barrio de la capital española cuando fue robado el 10 de junio de 2002.

"Los arrestados vendieron el lienzo por 70.000 euros a un comprador de buena fe, que posteriormente lo revendió a través de una galería de arte con sede en París y sucursales en todo el mundo", agregó la Policía.

La compañía de seguros había indemnizado a su propietario por valor de 137.736 euros, el equivalente a 171.130 dólares.

Además de los tres detenidos, también fue imputado un "galerista madrileño que presuntamente negoció con los tres arrestados para que entregaran el óleo a una empresa privada dedicada a la búsqueda de piezas de arte robadas y cobrar la recompensa", explicó.

Según el diario colombiano El Tiempo, la Policía dio con el cuarto implicado porque en octubre de 2014 recibió informaciones a través de Interpol sobre las actividades del propietario de una galería de Madrid que hacían referencia a la obra sustraída y a personas que estaban en posesión de ella y se la habían ofrecido en venta al galerista.

Las pesquisas realizadas a partir de la información recibida permitieron saber que un matrimonio le ofreció al galerista la obra, asegurando que la habían heredado del abuelo de uno de ellos hacía ocho años. También se comprobó que ante este ofrecimiento, el galerista hizo una consulta a una empresa privada dedicada a la búsqueda de piezas de arte robadas y fue advertido de que la pintura figuraba en sus bases de datos como robada. Sin embargo, no denunció y procedió a la venta de la obra.

"El cuadro terminó finalmente en el mercado internacional de arte a través de una galería de arte extranjera", según la Policía. "Durante el curso de la investigación se averiguó que la obra estuvo expuesta en Singapur en septiembre de este año y fue comprada por 87.000 euros", precisó.