McKamey Manor no es la típica casa embrujada, es considerada la más terrorífica del mundo. En lugar de tener estatuas de monstruos, cortinas iluminadas que evocan a fantasmas, a los visitantes se los cubre de sangre y serpientes y se los aterroriza durante hasta ocho horas.
Esta "película de terror interactiva", ubicada en San Diego, California, sólo tiene capacidad para dos personas a la vez y es una experiencia tan brutal que ninguna ha logrado completarla. Sin embargo, en la lista de espera hay 24 mil dispuestas a intentarlo.
Una vez que entran a la casa, los visitantes deben atravesar cuatro terroríficas estaciones, en las que son encerrados en jaulas, atados e incluso sometidos a una falsa cámara de gas. Para que uno no sepa a qué se va a enfrentar, los componentes cambian constantemente.
"Nada es como lo que hacemos: es como vivir tu propia película de terror. (...) Todo es muy interactivo: la experiencia -y los desafíos- demostrará qué pueden hacer y que no", dijo Russ McKamey, uno de los fundadores.
Russ, quien creó la casa junto con Carol Schultz, le realiza estudios médicos a todo aquel que quiera visitar la casa, a la cual describe como "Indiana Jones con esteroides", para asegurarse de que puedan tolerar el estrés de la experiencia, según informa The Independent.
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La McKamey Manor, en la cual Russ y Schultz invirtieron más de u$s500 mil, funciona el año entero y quien quiera atravesar la terrorífica experiencia podrá hacerlo gratuitamente registrándose en su sitio oficial.