Un estudio privado estimó que la actividad industrial cayó 6,1% en agosto

En agosto el índice de producción industrial de la consultora que dirige el ex viceministro de Economía arrojó sendas bajas de 1,5% en comparación con el mes previo y 6,1% respecto del nivel de doce meses antes.

Según el trabajo privado, que viene anticipando la variación negativa que luego acusa el Indec en el Estimador Mensual Industrial, "en agosto, la mayor parte de los sectores que componen la industria local aceleraron su caída". En julio el organismo oficial de estadística había medido una retracción de 1,1% en el mes y 2,9% en siete meses.

La recesión abarcó ahora también a la rama elaboradora de alimentos, bebidas y tabaco, ya que "mostró la primera en el año, impulsada por una menor faena, signada por la participación de animales más jóvenes y hembras que es reflejo de las peores perspectivas del sector ganadero", indica el trabajo privado.

La recesión ahora abarcó a la rama productora de alimentos

Y si bien el severo ajuste que está haciendo la industria automotriz (cae 23%), tanto por la menor demanda desde Brasil, como también del mercado interno, pese al intento infructuoso del gobierno de impulsarlo con el Procreauto, fue clave para explicar la aceleración del ritmo y magnitud de la recesión fabril, el informe de Ferreres estimó que si se deduce ese efecto el índice de producción industrial disminuyó 2,5 por ciento.

Sobre doce ramas de actividad manufacturera, el informe privado registró en agosto tres con alza entre 3,8% y 3,9%, fueron los casos de refinerías, productos farmacéuticos y tabaco; uno estancado: plásticos y ocho con declinaciones de 1 a 23 por ciento, más intenso en la franja de bienes de consumo intermedio y de consumo durable, y más leve en los casos de alimentos, textiles y papel.

Los economistas de las consultoras privadas coinciden en destacar que la pérdida de competitividad cambiaria de la industria, por efecto de un tipo de cambio que ha vuelto a rezagarse respecto del aumento de los costos internos, junto con la caída del poder de compra de los salarios y cambios en las expectativas de la población, explican el cuadro contractivo que afecta al sector manufacturero.