La Cámara de Diputados debate el cambio de sede para el pago a bonistas reestructurados

El oficialismo busca dar sanción definitiva al proyecto que promueve la Rosada para evitar el fallo de Griesa en una sesión que comenzó a las 14 de este miércoles. Polémica por los gritos y abucheos de sindicalistas desde los palcos a opositores. El oficialismo tendría los votos para sancionar la ley

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 Nicolás Stulberg 162
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La sesión de la Cámara baja comenzó pasado el mediodía de este miércoles, cuando el oficialismo superó los números necesarios para el quórum. El por ahora kirchnerista Martín Insaurralde y el sindicalista opositor Facundo Moyano fueron dos de los dirigentes que se sentaron en sus bancas y habilitaron el inicio del debate.


Si bien el oficialismo tendría garantizados los votos para sancionar la denominada Ley de Pago Soberano de Deuda, la UCR, el Frente Renovador, el FAP y Unión Pro anticiparon el rechazo en general al proyecto. Según adelantaron algunos de sus dirigentes, las fuerzas no kirchneristas sólo acompañarán el artículo incorporado en el Senado que prevé la creación de una comisión bicameral para investigar el origen y la evolución de la deuda.


La voz cantante del oficialismo la llevó Roberto Feletti, quien aseguró que la medida defiende la "autonomía" del país. "Como no podemos pagar con esta ley, intentamos pagar en Argentina o en Francia", dijo. Una línea similar sostuvieron la mayoría de sus correligioanarios.

Para la UCR, el bonaerense Miguel Bazze, vicepresidente de la Comisión de Presupuesto y Hacienda, advirtió que "a partir de esta ley estamos debilitando sin ninguna duda la posición del Estado
argentino, nos estamos haciendo cargo de la responsabilidad, estamos incorporando la posibilidad de que se nos demande por no cumplir como corresponde con los contratos".

En nombre del PRO,

Pablo Tonelli

aseguró que "la verdadera solución" al conflicto con los holdouts "es acatar la sentencia" del juez Thomas Griesa, mientras que la UCR insistió en que "no es necesaria" la aprobación de la ley.


Federico Sturzenegger (PRO) por su parte advirtió que, si el Congreso aprueba el proyecto del Gobierno, "comete un error" y aseguró que "no es el camino por el cual la Argentina va a recuperar la inversión y el empleo".

"Las señales que da el Estado argentino es que no está dispuesto a cumplir con las reglas del juego que ese mismo Estado se impuso", sostuvo el legislador y estimó que ello implicará que "en el
futuro, el financiamiento que obtenga la Argentina y que lo vamos a necesitar, va a ser más caro y más oneroso".

El ex ministro Martín Lousteau, ahora en el Frente Amplio Unen, afirmó que el proyecto "no resuelve" la situación de los bonistas que entraron al canje, cuestión que también señaló la massista Graciela Camaño.

La postura del Frente Renovador fue explicada por Darío Giustozzi con duras críticas a la "impericia" del Gobierno. También se pronunció el ex gobernador Felipe Solá. En el debate no estuvo presente Sergio Massa, ausencia que fue denostada por el kirchnerismo.

El diputado Andrés Larroque (FpV) admitió que el bloque oficialista "hubiera querido que se desarrolle de otra manera". Y apuntó a la oposición de "ponerse en el lugar de los buitres" y acusó que "para los diputados opositores, salvo excepciones, la contradicción principal no es la defensa de la patria, sino es oponerse al Gobierno. Por eso hoy la están pifiando como la han pifiado tantas veces", agregó.

Además llamó a la reflexión a los diputados opositores que se oponen al proyecto de ley. "Le están haciendo un daño a la Patria no acompañando este proyecto. Siempre eligen llamarnos al pasado y cuando eligen llevarnos al pasado hacen el ridículo" y expresó que "hay 124 gobiernos que entienden lo que ustedes no entienden. Este fue el gobierno que arregló los descalabros que dejaron los gobiernos anteriores", concluyó.

En tanto, la diputada Elisa Carrió anunció que abandonará el recinto cuando haya que votar. Minutos después de iniciado el debate, la legisladora publicó en su cuenta de Facebook su punto de vista respecto a la deuda. "El desacato es peor que el default, me voy del Recinto a la hora de votar porque siento vergüenza de un Parlamento que aplaude el acuerdo de Argentina con Irán, violando los derechos de las víctimas y que ahora va a aplaudir el desacato de una sentencia judicial. No pertenezco a la Argentina que siempre se pone al margen de la ley".

"Tampoco quiero votar en contra porque la situación es extremadamente difícil y alguien tiene que preservarse para la Argentina que viene. Yo viví el default declarado en el 2001 por Rodríguez Saá, y el aplauso de toda la Cámara, sentada en mi banca, angustiada y atónita por la irresponsabilidad y la locura", señaló

 Nicolás Stulberg 162
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La sesión especial pedida por la jefa del bloque oficialista, Juliana Di Tullio, se prolongaría hasta la madrugada por el número de diputados que se estima se pronunciarán en el recinto sobre la situación de la Argentina con los llamados "fondos buitre".


El proyecto oficial obtuvo dictamen ayer en un plenario de las comisiones de Presupuesto, Finanzas y Peticiones, Poderes y Reglamento, con la presencia del ministro de Economía, Axel Kicillof; el secretario legal y técnico, Carlos Zaninni, y la procuradora del Tesoro, Angelina Abbona.


Fervor en los palcos

La presencia de miembros del gremio SMATA en los palcos que coronan el recinto alteró el ritmo normal en el inicio de la sesión y fue cuestionada por el presidente del bloque radical, Mario Negri, quien pidió explicaciones –sin éxito– al titular del cuerpo, Julián Domínguez.


Los abucheos volvieron cuando Facundo Moyano hizo uso de la palabra, cuestión que motivó la interrupción por unos minutos de la sesión. Y se repitió luego con el discurso de Néstor Pitrola.