La depresión acabó con la vida de otro jugador alemán

Andreas Biermann, ex defensor de la Bundesliga, se quitó la vida en su departamento de Berlín. Era íntimo amigo del arquero de la selección Robert Enke, quien se arrojó a la vía del tren en 2009

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Andreas Biermann, a los 33 años y retirado de la actividad profesional, se suicidó tras quedar inmerso en una fuerte depresión desde la muerte de Robert Enke en 2009. El ex defensor del St. Pauli había reconocido anteriormente sus intentos de terminar su vida y pidió ayuda, pero al igual que su amigo, terminó matándose.

Él mismo confesó que no encontró nunca la manera de anteponerse a semejante adversidad, reveló sus intentos por canalizar el dolor e incluso manifestó abiertamente sus deseos de morir. Aseguró haber intentado suicidarse en tres oportunidades.

Finalmente, tomó la misma decisión que Enke. Pidió ayuda a gritos, pero no logró salir de la depresión y su vida se apagó dentro de su apartamento de Berlín.

Mostró intenciones de matarse en 2009, poco después de la muerte de Enke, y en 2012, encontró mensajes de aliento en su página de Facebook, que lo invitaron a someterse de nuevo a un tratamiento estacionario en una clínica.

Biermann escribió un libro llamado Tarjeta roja a la depresión y al poco tiempo lamentó su decisión de haber hecho públicos sus problemas de salud mental. Reveló que se sintió abandonado y sin respaldo. Y explicó que su intención había sido "abrir los ojos" a la sociedad alemana ante un problema que existe en el fútbol pero pocos están dispuestos a ver.

Padre de dos hijos, en 2011 decidió abandonar el fútbol profesional para atender su causa y la de otros futbolistas con los mismos síntomas emocionales. Ingresó a la facultad de Psicología, visitó diferentes programas de televisión para discutir sobre los problemas emocionales que afrontan los futbolistas profesionales y brindó conferencias sobre su libro.

En las redes sociales dio a conocer su número de teléfono para todos aquellos acosados por el deseo de suicidarse, creía que podía ayudarlos a encontrar una salida. Y en 2013 volvió al fútbol como aficionado para jugar en el club de su ciudad natal, el FSV Spandauer Kickers.

La de Biermann es la segunda muerte de gran repercusión causada por la depresión en el fútbol alemán. Y la Fundación Robert Enke, en colaboración con la Federación Alemana de Fútbol (DFB), la Bundesliga y el Ministerio de Salud, busca la manera de que no exista una tercera víctima a causa de la misma enfermedad.

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Robert Enke tenía 32 años cuando decidió arrojarse a la via del tren producto de la depresión y fue arrollado.