El plan B contra Campagnoli

El Gobierno ya no está seguro de tener los votos necesarios para destituir al fiscal en el jury que se le realiza. Por eso, el kirchnerismo y la procuradora Gils Carbó ya trabajan en otra alternativa para removerlo de su cargo

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 Nicolás Stulberg 162
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El martes último al mediodía, en los desapacibles pasillos del séptimo piso de Comodoro Py, donde funcionan las oficinas de la Defensoría Pública Oficial ante los Tribunales Orales de Menores, un joven se presentó en el despacho del defensor Damián Muñoz para obtener la absolución en una causa iniciada en el 2012 por robo calificado con arma de fuego, en grado de tentativa. El episodio pudo haber sido otro más de los tantos adolescentes que concurren a mejorar su situación procesal, salvo por dos detalles: el menor estaba acompañado por alguien que decía ser asesor del diputado Leonardo Grosso y pedía, en voz muy alta, un trámite veloz pues debía ingresar "YA" a trabajar en la Procuración General de Justicia. Además, el pedido de elevación a juicio, el procedimiento, había sido instruido por el fiscal José María Campagnoli.

Tanta prepotencia del "asesor", que no era abogado ni explicaba por qué estaba ahí, pero nombraba reiteradamente a Grosso y a la jefa de los fiscales, Alejandra Gils Carbó, provocó la duda de los empleados. En lugar de actuar automáticamente, llevando al joven a una audiencia para analizar si correspondía, o no, el juicio abreviado, les pidieron que volviera el viernes. Querían consultar con sus superiores.

Joven y asesor volvieron el viernes. Los estaban esperando. Cuando el menor fue invitado a entrar a la audiencia previa al juicio abreviado, el asesor del diputado quiso ingresar con él, lo que no se le permitió. Tuvo que esperar afuera.

En ese tipo de audiencias, el Tribunal pregunta acerca de la evolución personal del menor, si terminó la escuela, si logró formar una familia, intentando encontrar aspectos positivos en su vida, luego del episodio que lo involucró penalmente. En esa audiencia se decide si el joven merece un juicio abreviado o no.

En el Barrio Mitre, una agrupación política armó una oficina para detectar más casos contra Campagnoli

El joven hizo un buen papel ante los tres jueces reunidos para escucharlo. No siguió negando su participación en el hecho, se mostró arrepentido, y manifestó sus deseos de trabajar. Lo extraño fue que se ensañó con el fiscal Campagnoli, a quien lo hizo responsable de haber allanado su casa ocho veces, una vez que se manifestó militante político. Y como los jueces quisieron saber más, terminó contando que en el Barrio Mitre, que es allí donde vive, su agrupación política armó una oficina para detectar más casos contra Campagnoli.

Esas revelaciones evitaron que los jueces se pronuncien inmediatamente a favor del juicio abreviado, como pretendía el asesor del diputado Grosso. Preocupados frente a la posibilidad de ser parte de una maniobra para perjudicar al fiscal sometido a juicio político, decidieron seguir evaluando el caso, antes de pronunciarse.

En efecto, la actuación de Campagnoli en el Barrio Mitre es el Plan B de Gils Carbó si fracasa el proceso por mal desempeño en un caso contra el empresario ultraK Lázaro Báez. El Gobierno ya no está seguro de tener los votos necesarios para alcanzar la destitución, porque a pesar de las presiones ejercidas sobre la defensora María Cristina Martínez Córdoba, que la llevaron a pedir una larga licencia por enfermedad, quien podría reemplazarla, Leonardo Miño, tampoco está alineado en forma automática con el oficialismo.

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?Si Miño no le da suficientes garantías a la estrategia del Gobierno, dejarán caer el juicio. Pero ya preparan otro, con testimonios de los vecinos de Barrio Mitre, las seis manzanas pobres de Saavedra.

?El Barrio Presidente Mitre está rodeado por zonas residenciales de clase media y clase media alta, además del Shopping Dot, el Edificio Panamericana Plaza y otras cuadras de alto consumo, que viven en tensión permanente. Los que rodean al Barrio Mitre se sienten intimidados por la presencia de vecinos sin su capacidad de consumo, que los asaltan, les violan sus hijas e hijos, les expresan su bronca de las más diversas formas. Los que viven en Barrio Mitre se sienten discriminados por ser pobres, estigmatizados por su color de piel, mirados como sospechosos sólo por entrar caminando al Dot.

El diputado Grosso dice que la Justicia le inventa causas a los residentes en el Barrio Mitre, los complica judicialmente, y acusa a Campagnoli de criminalizar la pobreza.

Los residentes que rodean al Barrio Mitre, en cambio, sienten que Campagnoli hizo muy poco por "protegerlos" de sus vecinos pobres. Le recriminan "mano blanda" frente a los delitos que padecen.

SI EL GOBIERNO NO SE ASEGURA LOS VOTOS EN EL ACTUAL JUICIO POLÍTICO, LO DEJARÁ CAER. PERO YA PREPARAN OTRO CON TESTIMONIOS DE LOS VECINOS DEL BARRIO MITRE

Esto es habitual en la Argentina de hoy. Muchas veces la misma Justicia es criticada por "blanda" entre ciudadanos de clase media y por "dura" entre políticos acostumbrados al clientelismo. En este caso, además, se trata de un menor que sabe manejar armas, con los peligros que semejante talento conlleva en la militancia política.

Pero en este asunto, a nadie le interesan los pobres, ni la clase media, ni mucho menos la Justicia. Si Campagnoli hubiera sido un fiscal obediente ante los pedidos del oficialismo, si no se hubiera metido con negocios kirchneristas, a nadie le importaría cómo trataba a los pobres o a los ricos de Saavedra, ni mucho menos cómo investigaba.

De hecho, entre quienes lo están juzgando hay personajes que se hicieron fanáticos kirchneristas no por ideología, sino para salvar su pellejo, como es el denigrante caso del fiscal Marcelo García Berro, de una conducta moral imposible de relatar en esta nota, acusado además de encubrir policías vinculados al narcotráfico y la prostitución y, peor, falso acusador del ex juez Pedro Hooft por delitos de lesa humanidad.

No se puede saber aún qué resolverá el jurado mañana lunes cuando se reúna para tratar el pedido de licencia de la defensora de menores Martínez Córdoba. Aún cuando se lo rehiciera, aún cuando Miño exprese independencia del kirchnerismo, aún cuando el jury de enjuiciamiento cayera, Campagnoli no puede estar tranquilo. Irán con un Plan B. Porque a Campagnoli nunca le perdonarán su eficacia para investigar ni mucho menos su independencia. Aunque también está cada día más claro que las balas kirchneristas se están agotando y cada vez provocan menos miedo.