Rusia calienta la frontera con Ucrania con el despliegue de 10.000 soldados

Moscú realiza maniobras militares en la víspera del referéndum secesionista de Crimea. Participan un portaaviones y aeronaves de combate

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 AFP 163
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El Kremlin ha desplazado desde Chipre hacia el mar Mediterráneo el portaaviones Kuznetsov para que, hasta fin de este mes, encabece unas maniobras militares que han incluido aviones Sukhoi SU-33, helicópteros antisubmarinos Ka-2, unos 8.500 soldados y 1.500 paracaidistas.

El Ministerio de Defensa ruso ha dicho, además, que miles de sus efectivos se han desplegado en las regiones rusas de Rostov, Belgorod, Kursk y Tambov, que colindan con Ucrania.

"El principal objetivo es comprobar el estado de preparación de las unidades militares y la realización de misiones de combate e instrucción sobre terreno desconocido", señaló el Ministerio en un comunicado.

"Los comandantes de los destacamentos entrenan en la organización de diversos tipos de combate, aprenden a pensar de forma no estereotipada, engañar al enemigo y lograr el factor sorpresa", agregó el texto.

Periodistas de Reuters han visto a miles de efectivos rusos operar abiertamente en las últimas semanas, conduciendo vehículos blindados con patentes rusas e identificándose como miembros de las Fuerzas Armadas rusas.

Han reportado incluso un barco de guerra ruso descargando camiones, soldados y al menos un transporte blindado de personal en la bahía de Kazachaya, cerca de Sevastopol, el viernes por la mañana.

"Camiones bajaron por una rampa desde el Yamal 156, un barco que puede transportar más de 300 soldados y hasta una docena de transportes blindados de personal (APC)", cita la agencia británica.

Estos ejercicios han despertado inquietud en la región, en momentos en que Crimea se prepara para votar en un referéndum si quiere o no abandonar Ucrania y anexarse a Rusia.

Se producen, además, en momentos en que Washington y Moscú realizan reuniones de última hora para reducir la tensión. El secretario de Estado de EEUU, John Kerry, mantuvo un encuentro con su par ruso, Sergei Lavrov. Al término, el funcionario ruso dejó en claro que su gobierno apoya la consulta en Crimea, región autónoma de Ucrania que cuenta con mayoría de rusos.

Lo cierto es que Rusia no ha dado señales de que atenderá los pedidos occidentales para que se evite la peor confrontación desde la Guerra Fría. El Ministerio de Relaciones Exteriores ruso, respondiendo a la muerte de al menos un manifestante en la ciudad oriental ucraniana de Donetsk, repitió la declaración del presidente Vladimir Putin de su derecho a invadir para proteger a "compatriotas" y a los ciudadanos rusos.

"Rusia es consciente de su responsabilidad por las vidas de los compatriotas y ciudadanos rusos en Ucrania y se reserva el derecho a poner a la gente bajo su protección", agregó, en consonancia con nuevas declaraciones del canciller Lavrov.

Moscú ha negado siempre que sus fuerzas estén interviniendo en Crimea, una afirmación que Washington ridiculiza como una "ficción de Putin".