Raúl Castro lanza advertencia contra la disidencia "político-ideológica"

El líder comunista habló del peligro de la ruptura entre las nuevas generaciones y los viejos revolucionarios. También alertó sobre los intentos del imperialismo de introducir el pensamiento neoliberal

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 AP 163
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Raúl Castro, sucesor de su hermano Fidel y presidente cubano, hizo uso de la palabra en unas de los actos en festejos con motivos del 55 aniversario de la revolución para advertir sobre las nuevas amenazas que se ciernen sobre la continuidad del castrismo.

Desde el escenario montado para la ocasión, Castro se refirió a varios aspectos que según él, acechan al sistema socialista, como la ruptura ideológica entre la antigua dirigencia y las nuevas generaciones de cubanos, y la paulatina restauración del capitalismo en la isla.

De acuerdo a información difundida por el diario español El País, durante su discurso, el dirigente se refirió a los peligros que acompañan la etapa de reformas económicas orientadas a la apertura, emprendidas por su administración. Habló de los intentos del "imperialismo estadounidense" de introducir sutilmente en la isla "plataformas de pensamiento neoliberal" con el fin de desmantelar la revolución socialista desde adentro.

"Se afanan en vender a los más jóvenes supuestas ventajas de prescindir de ideologías y conciencia social"

"Se afanan engañosamente en vender a los más jóvenes las supuestas ventajas de prescindir de ideologías y conciencia social. (...) Con ello pretenden inducir la ruptura entre la dirección histórica de la revolución y las nuevas generaciones y promover incertidumbre y pesimismo de cara al futuro", dijo el menor de los hermanos Castro.

Al menos nominalmente, Raúl Castro ha procurado equilibrar el peso de los años entre los cuadros dirigentes de Cuba, como respuesta a la creciente demanda interna de renovación.

Su círculo más cercano en el Gobierno está formado por los antiguos combatientes, pero desde febrero de 2013, la cara visible del "socialismo próspero y sustentable", la fórmula con la cual pretende renovar el funcionamiento del Estado, es el primer vicepresidente Miguel Díaz Canel.

Ingeniero electrónico, de 53 años, Canel está bien formado en el marxismo y su nombre se escucha como eventual heredero del poder, desde que Raúl Castro anunció su decisión de no presentarse en 2018 a una nueva reelección.

A Canel y a esas nuevas generaciones, que tardía y paulatinamente han asumido tareas de dirección, el presidente cubano les ha pedido no caer "bajo el influjo de los cantos de sirena del enemigo" y a mantener la unidad del Partido Comunista como "único heredero legítimo del legado y la autoridad del comandante en jefe de la revolución cubana, el compañero Fidel Castro".

Aunque Estados Unidos sigue siendo el gran enemigo en los discursos de Raúl Castro, la amenaza del "imperio invasor" ha perdido la fuerza retórica de antaño, en la misma medida en que ha ganado popularidad en Washington la idea de levantar las leyes del embargo comercial y financiero adoptadas en la década de los sesenta contra La Habana.