:quality(85)/arc-anglerfish-arc2-prod-infobae.s3.amazonaws.com/public/THFO2AYCUBD7ZI2LLKE75RPVQ4 420w)
El gobierno de Nicolás Maduro agudizó su intervención a distintos comercios durante 2013. El Instituto para la Defensa de las Personas en el Acceso a los Bienes y Servicios (Indepabis) fiscalizó 42.351 establecimientos, impulsando multas por 58.522.870 dólares. Sin embargo, tan sólo se recaudó cerca del 10% de ese monto.
Además, 1.944 empresas fueron cerradas y se han aplicado multas a 5.990 compañías, según consigna El Universal.
El ente regulador también impuso retención preventiva a 276 empresas, efectuó ventas supervisadas en 524 compañías y aplicó 1.452 medidas innominadas.
El presidente venezolano, en su primer año de gobierno, ordenó intervenir los negocios "que especulen y acaparen productos", en un contexto de profundo desabastecimiento que sufre desde hace varios meses el país.
En una fuerte medida contra la oposición y el sector empresarial, Maduro lanzó "una guerra económica" que despertó el descontento de los dueños de los distintos comercios y la movilización de miles de personas que en los últimos meses se agolparon en los negocios de electrodomésticos para aprovechar las rebajas de hasta 70% que impuso el Gobierno.
La otra cara de la moneda se observa en los supermercados, donde se han registrado –y se siguen registrando- largas colas para conseguir productos básicos como leche, pan y papel higiénico, entre otros.
La oposición constantemente denuncia una persecución por parte del Ejecutivo contra los comerciantes, muchos de los cuales fueron detenidos por las autoridades venezolanas por el aumento de precios.