Eva Elverdín es una nena de tres años, quien desde hace más de 18 meses lleva adelante una dura pelea contra una leucemia linfoblástica aguda. Tras un largo tratamiento, que incluyó sesiones de quimioterapia y otros procedimientos a los cuales respondió bien, la pequeña sufrió una fuerte recaída en octubre, que obligó a su internación en el Sanatorio Trinidad Palermo.
Ante la urgencia y la gravedad del cuadro, sus padres y familiares iniciaron una campaña a través de las redes sociales para pedir ayuda. "Iniciamos desde el viernes una campaña desde las redes sociales y de cualquier medio que podamos. Con esto, primero queremos concientizar a la gente de la importancia de ser donante de médula", relató Juan Pablo, el padre de la nena, en diálogo con Infobae y explicó el mecanismo para ayudar a la pequeña de 3 años y en general a cualquier persona que está esperando un donante.
"Es un trámite muy simple. Es apenas con una muestra de sangre en los lugares donde se dona. En la Ciudad de Buenos Aires, está el Garrahan, el Hospital Británico o el Hospital Italiano, entre otros. Uno va, dona sangre, se inscribe, da su consentimiento y esa sangre va a un banco. Una vez que se constata que esa sangre es compatible con algún nene o adulto que espera una médula ósea, se contacta con el potencial donante y ni siquiera está obligado a hacerlo. Si se quiere negar a donar, lo puede hacer por cualquier motivo. Es un procedimiento sencillo y anónimo", explicó Elverdín. Para más información también es posible comunicarse al Incucai al 0800-555-4628 o visitar la página web
Luego de realizar los estudios de histocompatibilidad, les informaron que ninguno de la familia puede donarle la médula. "Eva tiene una hermanita de 10 años, Milagros, y ella no es compatible. Era la alternativa con mejores perspectivas y bueno, el viernes nos confirmaron esto y entró en un banco internacional de espera para donante de médula, que es lo que necesitamos: que aparezca un donante compatible con ella", añadió el papá.
"Queremos que la gente tome conciencia de que cuanto más donantes sean, hay más posibilidades de que Eva encuentre su 'media naranja'. No es más ni menos que la vida para ella. Sin un trasplante de médula, no tiene futuro. Es duro, pero es algo que nos adelantó el médico", remarcó.