Escándalo de la reventa en River: en una escucha, un barra dijo que tenía protección de funcionarios

Matías Goñi, uno de los líderes de "Los Borrachos del Tablón" y acusado de ser parte del grupo que estafaba a los socios con los tickets del canje, dijo que tenía contactos con integrantes de la Casa Rosada

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El caso de la reventa de entradas en River, que llevó al fiscal José María Campagnoli a pedir la detención del ex presidente Daniel Passarella, su vice, Diego Turnes, y otros dirigentes y barras, generó nuevas sospechas sobre la relación entre algunas facciones de la hinchada de River y la dirigencia política.

Hoy a las 13:30 vence el plazo para que la fiscalía de Saavedra apele el rechazo del juez Fernando Cuneo y pida que se detenga a los ex dirigentes "millonarios" –entre ellos Passarella- y los otros implicados en esta causa. "El tema canje hay que eliminarlo. Nunca hubo tanta reventa en River", dijo Rodolfo D'Onofrio.

Según trascendió este lunes, Matías Goñi, uno de los líderes de "Los Borrachos del Tablón" y señalado como partícipe del grupo que estafaba a los afiliados con el sistema del canje de tickets, reconoció su relación con algunos dirigentes políticos, entre ellos funcionarios nacionales, para los cuales trabajaba y que le aseguraron que no iba a tener problemas con la justicia ni la policía.

En una de las conversaciones telefónicas interceptadas por el fiscal Campagnoli, el barra dijo que estuvo en la Casa Rosada y que era empleado de Guillermo Moreno, ex Secretario de Comercio Interior. También aseguró tener "protección" mientras la "jefa" continuara en el poder.

En la causa que investiga el uso de entradas destinadas al canje por internet para la reventa hay cuatro barrabravas de River implicados: Martín Araujo (Martín de Ramos), Guillermo Caverna Godoy, Matías Goñi y José Uequín (Bolsa de Papa). Todos tienen  problemas con la justicia desde 2006, pero sus procesos fueron aplazados o cerrados.


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La causa

La historia comenzó con la denuncia realizada por un hincha que encontró ocupado su asiento en el último partido de River en la B Nacional -ante Almirante Brown-, el día que "El Millonario" consiguió el ascenso. Lo que nadie imaginó es que esa situación puntual iba propiciar la apertura de una causa que podría a llevar a Daniel Passarella y a otros tres ex directivos a la cárcel.

El fiscal José María Campagnoli, el mismo que investiga a Lázaro Báez y fue suspendido en sus funciones, inició una pesquisa contra ex dirigentes de River, barrabravas, policías y personas ligadas al Gobierno por estafar a los socios.

Una investigación del diario deportivo Olé refleja que, de acuerdo a la información que figura en las 494 fojas que tiene la causa, se revendían entradas que debían estar destinadas al canje para socios; para ello se ponía en práctica un mecanismo de ingeniería que involucra a varios ex directivos y que dejaba ganancias por casi 500 mil dólares.

Campagnoli pidió el allanamiento del club, de los domicilios particulares y la detención de Daniel Passarella, Diego Turnes (ex vicepresidente), Gustavo Poggi (ex responsable del área de socios), Eduardo Rabufetti (ex vocal), Andrés Monteiro (gerente de Top Show, empresa encargada de hacer el canje de entradas para socios), los oficiales Alejandro Rivaud (ex titular de la división de barras de la Federal), y Alejandro Hayet, hijo del jefe de asuntos internos de la Federal.

De acuerdo a la investigación, que se basó en escuchas y datos obtenidos por efectivos de la Metropolitana infiltrados en la hinchada, Poggi entregaba a los barras un pendrive  que tenía un listado con datos de más de 10 mil socios que no asisten a la cancha. Se informaba qué tickets le tocaban y en lugar de ir al canje iban a manos de los revendedores. Un empleado de la empresa responsable del trámite hacía un registro ficticio como si el cambio se hubiera realizado.

Goñi, Araujo o Godoy eran los responsables de obtener el listado. O pasaban por el club o bien se encontraban con el responsable en un lavadero de autos de la avenida Del Libertador o en una estación de servicio situada en la avenida Juan B. Justo y Nicaragua.

Más tarde las entradas eran revendidas por internet, a través de Mercado Libre, por José Uequín, alias "Bolsa de Papas", o en una oficina ubicada en  el microcentro. Los días de partido, en los alrededores del Monumental también se comercializaban tickets.

En total había un ejército de 57 revendedores en las calles que ofrecían localidades en las tribunas San Martín, Centenario, Sívori y Belgrano Alta. Y según las escuchas realizadas en el último Superclásico, la ganancia fue de 66 mil dólares –de 1.310 entradas- mientras que en el recital de Madonna se obtuvieron 55 mil.

Para poder blanquear este dinero, los barras utilizaban un mecanismo de sobrefacturación de trabajos de reparación de propiedades adquiridas para ser refaccionadas y luego vendidas en perfecto estado.

Algunos hinchas advirtieron que sus entradas no estaban disponibles a pesar de que todavía no habían hecho el trámite de canje. "Muchos de los que pillamos están entrando al sistema y generando un ruido tremendo", dijo Goñi a alguien del club en una de las llamadas interceptadas por el fiscal.