La esposa de Mujica prometió que no habrá más plantas de celulosa sobre la margen del Río Uruguay

La senadora Lucía Topolansky sostuvo que no está previsto instalar otra planta, pero aclaró que "se va a crear una hacia el lado de Brasil". Dijo que entre ambos países "siempre habrá cortocircuitos" y que el ámbito para discutirlos es el Mercosur y no el Tribunal de La Haya 

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Lucía Topolansky

, la senadora del Frente Amplio uruguayo y esposa del presidente

José "Pepe" Mujica

, habló del estado actual de la relación bilateral con la Argentina a partir del conflicto suscitado por la pastera ex Botnia. La primera dama se abstuvo de definir el estado de las relaciones entre ambos países y dijo que "siempre va a haber cortocircuitos, pero que están dispuestos al diálogo", afirmó en radio

Vorterix

.


Asimismo, adelantó que "no se va instalar ninguna otra planta de celulosa en el río Uruguay", pero aclaró que sí se va a crear una del lado este, cerca de Brasil. "Siempre hubo líos entre puertos entre Argentina y Uruguay. Vamos a seguir dialogando. Vamos a tener momentos de cortocircuitos y de mayor amistad, pero nos precisamos mutuamente. Estamos en la misma región, tenemos el mismo proyecto Mercosur", expresó.


"Hay circunstancias que son a veces fortuitas, en las que de repente un gobernante tiene que tomar una medida proteccionista por razones internas, que no es lo mejor y que a veces genera problemas. Pero el ámbito para discutirlas debiera ser el Mercosur, cuyos tribunales no han funcionado bien. Cuando veo la foto de los jueces de La Haya, con el baberito blanco, me pregunto si sabrán dónde queda el río Uruguay, qué es Fray Bentos, Gualeguaychú o el Río Uruguay", cuestionó la senadora.


Receta para el narcotráfico

La primera dama uruguaya, además, se refirió a la ley que permite regular la venta de marihuana en su país, en un intento por combatir el tráfico de droga. "A nosotros nos preocupa el narcotráfico lo mismo que a todos los latinoamericanos. Es un enemigo terrible que nos ha salido al cruce. Si bien Uruguay es un país de paso, tiene pequeña población y es difícil que sea en sí mismo un objetivo, han aparecido una serie de delitos como sicariato o las muertes por encargo, que eran una serie de cosas que no aparecían", explicó.


"En Uruguay el consumo siempre estuvo permitido y fue una incoherencia porque podías consumir pero no adquirirla. Para comprarla esa marihuana, tenías que ir a las mismas bocas de venta que están en manos de esas cadenas de gente que está en el tráfico", agregó.

La legisladora explicó la nueva ley y dijo: Nos permite que a la gente que fume marihuana darle un producto controlado. A su vez esa gente va a quedar en un registro reservado que nos va permitir tenderles una mano para ayudarlos y convencerlos de que la felicidad no pasa por fumarse un porro".

Topolansky remarcó que con la nueva ley "reducirían la presencia en la boca de venta de pasta base de un montón de gente". Asimismo, habló de que habrá los denominado clubes de cannabis que tienen que estar registrados y en los que se pueden cultivar y no tener más de 40 socios. "Pueden cultivar ocho plantas por socio", resaltó.

"La palabra legalización no aparece en la ley. Es regularización. Esto nos permite trabajar. Hemos montado una red grande para los adictos. Ahora, estamos votando una ley paralela a esta para el tratamiento de adictos", precisó la senadora, quien dijo que "esto es en realidad un camino que han optado algunos países, cada uno con su idiosincrasia". Sobre las críticas vertidas al proyecto en su país, dijo: "No hablamos de marihuana recreativa. Hablamos de adicción y si genera un estado placentero es otro tema".

Entre otros detalles de la ley, explicó que sólo la venta de marihuana estará autorizada para ciudadanos uruguayos, aunque dijo que siempre "va a haber un colado". "Se va hacer a través de farmacias porque están en todos los pueblos y en los lugares más lejanos", agregó.