¿Cuánto caminás? Diez mil pasos al día garantizan un peso saludable

La nutricionista Mónica Katz explicó a InfobaeTV que si bien los argentinos comen mucho y se mueven poco, hay otros hábitos que se pueden modificar para disfrutar de una vida y peso saludables. Los riesgos de una sociedad que no advierte los peligros de la obesidad infantil

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Bien sabido es eso de que mantener la silueta es el resultado del balance entre lo que consumimos y lo que gastamos. Pero hoy se conoce que no todo es "dos más dos" y que existen otros factores que influyen en el mantenimiento de un peso saludable.

De modificar la mayor cantidad de factores que nos predisponen a la obesidad dependerá pues poder alcanzar el peso deseado y mantenerlo.

"Las causas de obesidad son muchas; básicamente, comemos mucho y nos movemos poco", sintetizó a InfobaeTV la médica nutricionista Mónica Katz, quien agregó que "la Argentina tiene una disponibilidad diaria de casi 4 mil calorías por persona, cuando, por ejemplo, en la Edad Media se disponía en Francia de 1.400. Y eso es potencialmente un factor importante para engordar".

A eso hay que sumarle que nos movemos poco. "Hay barreras al movimiento y eso se da por diferentes razones: jornada laboral larga, largos viajes a la casa, muchas horas frente a la pantalla, criminalidad en las calles", enumeró la especialista, aunque prefiere hacer hincapié en "otros factores que engordan".

Entre ellos, mencionó el hecho de vivir a más de 20 grados de temperatura. "Hay que vivir a menos de 20 grados, porque si no, nuestro metabolismo no trabaja nada para mantener la temperatura, y eso engorda", explicó.

"Dormir menos de siete horas por noche engorda. De un tiempo a esta parte estamos con una deuda de sueño, dormimos de noche menos horas de las necesarias y eso altera algunas hormonas muy importantes que tienden a que engordemos", señaló como otro factor modificable de obesidad.

Y tras mencionar que en la actualidad "hay remedios que tomamos que engordan" y destacar que se debe consultar siempre al médico que nos receta un medicamento, evaluó como "otro factor nuevo de engorde" al desacople que existe "entre una muy buena campaña antitabaco y cero campaña antiobesidad".

En ese sentido, enfatizó que un cambio de hábitos resulta primordial al momento de encarar un plan de descenso de peso.

"La primera propuesta es empezar a moverse", recomendó, y aconsejó a quienes carecen de tiempo que "aunque sea cada hora en la oficina se paren un rato al menos mientras hablan por teléfono".

Con la premisa de que "combustible que gasto no lo guardo", Katz aseguró que hoy se sabe que no es necesario correr una maratón para estar saludable. "Si yo sumo pasos a mi vida, soy más saludable; 10 mil pasos durante el día es la cifra ideal", dijo, y dio el parámetro de que "una cuadra son 150 pasos".

Y contra todos los pronósticos, que hablan del boom del running y demás tendencias del fitness, la especialista informó que "en la Argentina tenemos casi un 80% de población sedentaria; hay focos de gente que se mueve, pero son siempre los mismos".

Malos hábitos que pasan de generación en generación

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A diferencia del resto de los animales, el ser humano es el único que no come por supervivencia.

Es decir, creemos que comemos por hambre, pero –según Katz– "los humanos, una vez que satisfacemos los niveles mínimos de necesidad, seguimos comiendo".

"Nosotros comemos básicamente por dos cosas: por emociones, para no pensar, no decir, no odiar, tapar; y comemos por egoísmo, por placer, porque es rico, porque está, porque me lo sirvieron", sintetizó la especialista, quien describió que tenemos lo que se llama un "genotipo ahorrativo", que es en realidad un rasgo adaptativo de nuestra especie que "nos programa para comer para cuando no haya, así como si hay una comida densa en calorías y otra livianita, comer lo denso, para 'guardar'".

Ahora, cuando uno tiene hambre verdadera, es el cuerpo el que necesita alimentación. La clave será poseer un buen registro del hambre para comer sólo por necesidad.

Katz aseguró que "hasta los 2 o 3 años la ciencia muestra que los niños regulan maravillosamente su registro; comen lo justo, nunca de más". Pero somos los adultos los que creemos que siempre tienen que comer más y elaboramos una especie de "premios" para que coman: "Si comés todo, vamos a jugar; si comés todo, viene la abuela", se les suele decir, y con el tiempo el adulto logra "doblegar" ese registro de stop de saciedad del niño y éste empieza a confiar en el afuera.

"A mí me parece que tenemos una deuda pendiente con los chicos; en la Argentina y en el mundo hoy tenemos un grave problema de obesidad infantil, imparable como el de los adultos. Pero en el caso de los chicos, si no se soluciona genera un 'arrastre' –reflexionó la especialista–. Si no se trata a tiempo, un chiquito gordo lo más probable es que sea un adulto gordo".

Una jornada para promover conductas saludables

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Hoy sábado 2 de noviembre se realizará la tercera edición del evento "No dieta", organizado por la doctora Mónica Katz, en la sala Pablo Picasso del Paseo La Plaza.

El tema de este año será "Modelos de padres", partiendo de la evidencia de que hay un estilo parental que se asocia a menor exceso de peso u obesidad en los chicos.

La especialista explicará los diferentes estilos educativos y su impacto sobre el riesgo de sobrepeso en los chicos.

De 9 a 11, Katz intentará, además, dar algunos tips acerca de cómo perder peso sin renunciar al placer.