Feminización facial: crecen las consultas de quienes buscan perder la masculinidad del rostro

Se trata de un conjunto de técnicas -dentro y fuera del quirófano- que logran que un rostro de aspecto masculino se vea como femenino. La ley de identidad de género creó un marco de mayor protección, explicaron los especialistas a Infobae

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Algunas de las leyes que se han sancionado en la Argentina con espíritu de avanzada para la época, no sólo amplía derechos de las minorías sino que instala nuevas conductas y comportamientos. De esta manera  se puede inscribir a la sanción de la ley que habilita el derecho a la identidad de género y permite el cambio de  Identidad registral de acuerdo a la identidad  autopercibida por la persona.

En la Argentina, se trata de la ley  26.743 que fue promulgada hace un año: "Toda persona podrá solicitar la rectificación registral del sexo, y el cambio de nombre de pila e imagen, cuando no coincidan con su identidad de género autopercibida". Y esta normativa, que garantiza el derecho a la identidad al colectivo de travestis, transexuales y transgéneros en todo el país, desde su promulgación ya provocó el cambio de género y de nombre de más de tres mil personas.

Este marco legal disparó en la Argentina el crecimiento de las consultas por la cirugía o técnicas de  feminización de rostro.



"La feminizacion facial (CFF, o FFC según sus siglas en inglés) no se trata sólo de un procedimiento. Es un conjunto de procedimientos especiales que logran que un rostro de aspecto masculino se vea como femenino",  define Gabriel Bonesana (MN 74414), médico cirujano plástico, miembro titular de la Sociedad Argentina de Cirugía Plástica y Reparadora (SACPER) y de la Sociedad de Cirugía Plástica de Buenos Aires (SCPBA).

La ley además de garantizar el derecho al cambio de nombre, sexo e imagen en la documentación personal y en todos los registros públicos, también asegura el derecho de las personas transexuales a "acceder a intervenciones quirúrgicas totales y parciales y/o tratamientos integrales hormonales para adecuar su cuerpo, incluida su genitalidad, a su identidad de género autopercibida, sin necesidad de requerir autorización judicial o administrativa". Y los tratamientos son cubiertos por el sistema público de salud, obras sociales o prepagas, y quedan incorporados al Plan Médico Obligatorio.

"La consulta por feminización de rostro existió desde siempre en la población de pacientes trans. Lo que sucedía es que debido a la imposibilidad de recurrir abiertamente a consultorios especializados, por razones sociales o prejuicio, estos pacientes recurrían a esteticistas y no a cirujanos plásticos. O muchos lo hacían entre ellos mismos, y la práctica más común era el relleno, la colocación de siliconas líquidas en el rostro con la intención de darle mayor volumen en los pómulos, labios y disimular la frente de característica masculina", explica el doctor Gabriel Bonesana.


"En los últimos 5 o 6 años se hacen más conocidos los procedimientos quirúrgicos y comenzamos a saber más sobre estas prácticas. Y así podemos brindar una atención y resultados más satisfactorios y naturales. Ciertamente con la posibilidad de recurrir con identidad jurídica femenina, las "pacientes trans" consultan con mayor libertad y lo que es más importante con más "seguridad médica".  Hoy tenemos la posibilidad de realizar las intervenciones en cualquier centro de alta complejidad, cosa que antes no se podía por "políticas de la institución. Al ser reconocido legalmente el sexo autopercibido y tener la posibilidad de contar con un DNI femenino , la paciente trans se 'muestra' más tranquila y libre", agrega Bonesana.  


Técnicas y perfiles

Hay varias técnicas de feminización del rostro y no necesariamente tienen que ocurrir en el quirófano. 

"Dentro de las técnicas de feminización de rostro, existen desde procedimientos poco invasivos hasta cirugías estéticas realizadas en quirófanos. Dentro de los primeros, los implantes o rellenos inyectables con materiales temporarios como el ácido hialurónico o la hidroxiapatita de calcio, permiten resaltar los pómulos, rellenar las depresiones bajo los párpados inferiores y por supuesto realzar los labios de manera sutil o sumamente visible", explica el Dr. Patricio F. Jacovella (MN 49.103), profesor de Cirugía U.B.A. y especialista en Cirugía Plástica.


"Las cirugías se ocupan de aumentar los pómulos con prótesis o implantes sólidos y hasta se llega a remodelar ciertos huesos de la cara, como por ejemplo acortar el mentón prominente y hacer el óvalo de la cara más armónico a los cánones femeninos. Tanto los procedimientos poco invasivos como las cirugías deben estar a cargo de profesionales médicos especialistas en cirugía plástica, con experiencia en el tema. Como complemento de ambas opciones, la toxina botulínica permite atenuar arrugas de expresión y hacer los rasgos dinámicos más suaves", explica el doctor Jacovella.


Para el doctor Bonesana, "los procedimientos que "más" cambian el rostro de una paciente trans son el modelado de la frente (seno frontal, más específicamente), el descenso de la línea de implantación del pelo, y por ende, la altura de la misma y la reducción de las entradas temporales. La reducción de la llamada 'nuez de Adán'  (cartílago tiroides) y el modelado del mentón y mandíbula".

¿Cuál es el perfil de las personas que piden este tipo de operaciones? ¿Son hombres y mujeres?

"En algunos hombres, el derecho a la identidad sexual hace que deseen una cara más femenina que atenúe los rasgos hereditarios del sexo genético. En general son personas que comprenden bien los cambios deseados y con todo derecho lo manifiestan en un consentimiento informado", explica el doctor Jacovella.

Sin estadísticas 

Sin estadísticas firmes sobre el tema en la Argentina,  lo que revelan los pasillos de los consultorios es que la mayoría de quienes consultan son pacientes trans, que pueden estar o no en el camino de la reasignación de género, a través de la operación de sexo.

Es que un gran número del colectivo trans no siempre prioriza su feminización a la reasignación de sexo. "El sexo genital pueden esconderlo, pero el aspecto no, es por eso que concurren a la consulta , refiere Bonesana. Además  actualmente por la nueva legislación hay muchas mujeres trans que trabajan fuera de las calles y es muy importante para ellas que en sus trabajos las vean como mujeres sin tener que maquillarse para ello", agrega el médico.


Países asiáticos como Tailandia, Estados Unidos, y dentro de los europeos, Holanda y España integran la lista de países donde más se practica y consulta sobre feminización de rostro.  Y en Sudamérica, Brasil y Argentina encabezan la lista de consultas.


Más de la Ley 

De los tres mil trámites para cambiar el nombre de acuerdo a la identidad autopercibida que se iniciaron ya en la Argentina; 771 se registraron en la provincia de Buenos Aires, 407 en la ciudad porteña, 345 en Córdoba, 204 en Santa Fe, 135 en Tucumán y 116 en Mendoza. Y unos mil trámites más se gestionaron en el resto de las provincias argentinas, según datos del Registro Nacional de las Personas.

Sólo en la Provincia de Buenos Aires, en el último año, la ley de identidad de género respondió a una importante demanda de personas que modificaron su sexo de origen y adquirieron un nuevo nombre en su DNI. El caso de Lulú, la nena de 6 años, sería el primero en el mundo a tan temprana edad.


Tres casos emblemáticos

Es larga la lista de famosos que hicieron pública su condición trans o travesti y para abandonar la dureza de sus rasgos originales confesaron públicamente haber transformado su aspecto con retoques en su rostro y cuerpo con diversos tipos de cirugías. Pero los casos de Flor de la V, Bibi Andersen y Amanda Lepore podemos considerarlos emblemáticos.

La mujer fetiche de Almodóvar, hoy Bibiana Fernández, conocida como Bibi Andersen, nació como Manuel Fernández Chica. A partir de varias operaciones se realizó una transformación de rostro y cuerpo hacia el sexo opuesto. Se sometió a tratamiento hormonal con estrógenos y luego a una vaginoplastia.


      Bibi Andersen 1170

En nuestro país, Flor de la V fue la primer mujer travesti argentina que adquirió legalmente su nueva identidad, y recibió nuevo DNI. Nació hace 38 años como Roberto Carlos Trinidad y hoy se casó con un hombre y adoptó por el método de maternidad subrogada, dos niños. Se realizó operaciones estéticas pero no de cambio de sexo.

Amanda Lepore además de ser la musa inspiradora del genial fotógrafo David LaChapelle es considerada la transexual mejor paga del mundo. Nació como Armand Lepore en Nueva Jersey, Estados Unidos, y desde los 15 años se la pasa recorriendo quirófanos. Es cara de marcas internacionales como Armani, Versace y de los cosméticos MAC.


La "pequeña gran" Lulú

El caso de la niña trans argentina de 6 años que ya recibió su nuevo DNI a partir del cual la menor cambiará su identidad sin necesidad de recurrir a la Justicia es el primer caso en el mundo.

Todo comenzó el año pasado, cuando la madre de la menor le escribió una carta a la presidente Cristina Fernández de Kirchner, pidiéndole que la ayude a obtener un nuevo DNI, luego de que se lo denegaran en el Registro Civil de su distrito (en Haedo) donde intentó tramitarlo, siguiendo el procedimiento previsto en la Ley de Identidad de Género para los menores de edad. Su pedido fue denegado en tres oportunidades.

"Este antecedente internacional tiene dos heroínas: Luana (Lulú) y Gabriela, su madre", consideró César Cigliutti , presidente de la Comunidad Homosexual Argentina (CHA). Y agregó que "el trabajo de la CHA tiene el mejor de los resultados, la felicidad de las dos". Precisó que con su DNI, Luana "no se enfrentará más a situaciones dolorosas y de discriminación por su documento".

"El paso nuevo que estamos dando es el de garantizar el derecho de los/as niños/as. Hemos leído y escuchado algunas declaraciones que enunciaban que Luana era `demasiado chica´, y nosotros pensamos lo contrario", sostuvo el dirigente, quien destacó que es el primer caso en el mundo y que la Argentina está "a la vanguardia una vez más".

Alfredo Grande, el psiquiatra que atiende a la hoy Luana de 6 años explicó:  "No se puede contrariar la identidad en una nena tan chiquita" que "sostuvo su deseo de ser mujer desde los 2 años".

"La identidad es algo muy profundo. Es como uno se autopercibe. Tiene que ver con cuestiones primarias. Lulú antes de los 2 años hablaba de ella como nena", explicó el psiquiatra. "Estamos construidos desde identidades por mandatos biológicos y culturales y Lulú ha subvertido estas cuestiones".