Una nueva vía de interpretación se abre acerca del abandono del proyecto Potasio Río Colorado que la minera Vale iba a realizar en Argentina. La compañía, de origen brasilero, decidió comenzar una obra similar de potasa, por un monto de 4.000 millones de dólares. Pero la realizará en el nordeste de su propio país, para cumplir con el objetivo del gobierno de Dilma Rousseff de bajar la importación de fertilizantes.
El nuevo proyecto, conocido como Carnalita, le permitirá a la compañía compensar en materia de producción la cancelación de sus planes en Argentina, según comentaron funcionarios de la firma a la agencia Reuters.
El gran socio del Mercosur es el principal exportador mundial de carne vacuna, pollo, soja, azúcar, etanol, jugo de naranja y café. Sin embargo, la producción de estos productos tiene un límite, ya que dependen fuertemente de la compra de fertilizantes para enriquecer sus extensos campos muchas veces faltos de nutrientes.
Para paliar esta necesidad, Brasil importa un
, gran parte de lugares tan lejanos como Canadá, Rusia y Oriente Medio. La potasa es una fuente de potasio, uno de los tres principales nutrientes de suelos, además del fósforo y el nitrógeno.
De acuerdo a la versión oficial de la compañía, los planes para satisfacer esa demanda con una mina en Argentina colapsaron durante el año cuando problemas de tipo de cambio, impuestos, inflación y regulación llevaron a Vale a cancelar su proyecto de
en Río Colorado.
Sin embargo, el nuevo anuncio inversor, en el marco de la difícil situación económica y financiera que atraviesa Brasil -consecuencia de los coletazos de la crisis internacional- permite repensar las intenciones reales detrás del abandono del proyecto de Malargüe.