Le roban el auto, lo recupera y se lo vuelven a llevar de la puerta de la comisaría

Le dijeron que lo habían encontrado, lo fue a buscar y concurrió al destacamento policial para hacer el trámite correspondiente. Lo estacionó en la puerta, pero al salir ya no estaba 

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Le dijeron que lo habían encontrado, lo fue a buscar y concurrió al destacamento policial para hacer el trámite correspondiente. Lo estacionó en la puerta, pero al salir ya no estaba 

Un hombre sufrió el robo de su automóvil dos veces en solo 48 horas, pero lo más llamativo es que en la segunda oportunidad se lo llevaron de la puerta de una comisaría, donde lo estacionó minutos después de haberlo recuperado.

Fabián es el nombre de la víctima y quien describió el insólito hecho esta mañana desde su casa de Ramos Mejía y ante las cámaras de televisión. Según su relato, la trama comenzó el día lunes, en la puerta de la fábrica donde trabaja. Allí lo interceptaron dos personas armadas, lo llevaron dos cuadras en su propio vehículo, le sacaron todas sus pertenencias y se llevaron el auto. Fabián hizo lo que correspondía: denunció el hecho y esperó.

Un día después, el martes, unos "rastreadores" de la policía lo llamaron para comunicarle que su automóvil había "aparecido" en la localidad bonaerense de La Tablada, y que se encontraba custodiado por un patrullero sobre la calle Crovara al 800.

Hacia allí se movilizó Fabián no sin antes pasar a retirar a su hijo del colegio, por si la diligencia se demoraba. Una vez llegado al lugar advirtió que el coche se encontraba impecable, que no le faltaba nada más que la llave y que estaba "mejor estacionado" que cuando lo hace él.

"Una persona que me crucé me dijo que lo habían dejado dos personas, y a mí me robaron dos personas. Me fijé y habían hecho fácil 200 kilómetros. Y el auto estaba con pedido de captura", contó Fabián al canal de noticias TN. 

El uniformado que lo custodiaba le pidió entonces que lo acompañara a la comisaría 3era de Villa Madero, para hacer la denuncia y todos los papeles necesarios para dar de baja el pedido de captura, y recuperar el auto.

Al llegar, pidió estacionar su vehículo al interior del establecimiento. Ante la negativa, lo dejó en la puerta, sobre la calle Pedernera 948 -la numeración de la comisaría-. Dejó los útiles escolares del nene dentro del auto y comenzó con el trámite. Le dijeron que debía esperar y así lo hizo. Minutos después, le dieron dos buenas noticias: ya podía irse, y a bordo de su automóvil. Antes de salir agradeció a la policía, saludó y cruzó la puerta.

La sorpresa fue grande al llegar a la vereda y ver que su auto había desaparecido. Nuevamente se lo habían llevado, ¡y de una comisaría! Indignado, avisó otra vez a los oficiales, quienes, tras reunirse en una oficina, salieron y le dijeron que le tomaban una nueva denuncia. Ahora no solo había perdido el auto, sino también las cosas del colegio de su hijo.