Estudio privado registró en agosto una baja de 5% en la demanda laboral

El relevamiento en el área de la Ciudad de Buenos Aires y el Gran Buenos Aires detectó una caída de 16,7% en comparación con un año atrás, El índice de 32,1 puntos fue mínimo histórico 

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El Centro de Investigación en Finanzas de la Escuela de Negocios de la Universidad Torcuato Di Tella resalta que el indicador de demanda laboral acusa variaciones interanuales negativas desde junio de 2011 sin excepción, en contraste con el sondeo que hace el Indec.

"La serie desestacionalizada presenta una tendencia claramente decreciente desde fines de 2007 hasta el segundo trimestre de 2009. A partir de ese momento y hasta el primer trimestre de 2011 se mantiene relativamente estable, a excepción de un pico exhibido a comienzos de 2010. A partir del segundo trimestre del 2011, a pesar de haber registrado alzas en algunos meses, la serie vuelve a mostrar una tendencia decreciente", observa el informe mensual de la casa de altos estudios.

A partir del segundo trimestre del 2011 la serie muestra una tendencia decreciente

Desde octubre 2008 el indicador se encuentra por debajo de su promedio histórico, 75,4 puntos, ubicándose en la medición actual un 57,5% por debajo del mismo (es decir, una diferencia de 41,7 puntos).

Con respecto a julio, las categorías ocupacionales presentan un comportamiento mayormente negativo en las series con estacionalidad. EL rubro, empleados comerciales, evidenció la variación contractiva de mayor magnitud con 68,6%, seguido por empleados de servicios y profesionales 4,9% y 4,8% respectivamente.

Por el contrario, en lo que respecta al sector de empleados técnico y administrativos, se observó un aumento de 11,3% y 2,1%, respectivamente.

Clima de negocios desfavorable

La contracción de la producción de automotores, tanto por disminución de la demanda externa, principalmente de Brasil, como del mercado interno que se muestra más propensa a comprar máquinas importadas, junto a los efectos de la sequía en diversas provincias prenuncia un escenario laboral ajustado.

Para peor la inminente sanción de la ley que establece un impuesto a la renta financiera, definida por las transferencias de paquetes accionarios de empresas que no cotizan en Bolsa, junto con un gravamen sobre los dividendos que otorguen esas firmas, se estima tendrá un efecto nocivo sobre la inversión y con ello contra la generación de empleos netos.