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La directora gerente del Fondo Monetario Internacional, Christine Lagarde, reiteró este jueves la preocupación del ente multilateral por las repercusiones sobre el sistema de reestructuración de deudas del litigio entre Argentina y los fondos especulativos.
"No estamos preocupados por Argentina, estamos preocupados por la estabilidad financiera en general y por la manera como la deuda puede ser reestructurada de forma predecible", dijo Lagarde a periodistas.
El FMI mostró recientemente su preocupación por la decisión de un juez federal, en octubre de 2012, favorable a los fondos especulativos que el gobierno argentino tilda de "buitres" porque compraron los bonos ya en default, a precio de remate, y no aceptaron entrar en ningún canje.
La sentencia ratificó una decisión anterior que obligaba a la Argentina a pagar u$s1.470 millones a los fondos especulativos, pero
y también presentó un recurso ante la Corte Suprema de Estados Unidos en junio.
El Fondo se preparaba para pedir al máximo tribunal estadounidense que revisara el caso, pero desistió apelando a su "deber de neutralidad", luego que Washington se opusiera a la medida.
Lagarde reconoció que la estrategia judicial que planeaba el Fondo es "muy inusual", pero señaló que se basó en su preocupación por las consecuencias del caso.
Tanto Washington como el Fondo creen que la decisión del juez podría afectar los procesos futuros de reestructuración de deudas de los Estados.
"Estamos preocupados por este asunto porque es un tema de estabilidad financiera y la habilidad de una institución como el FMI de cumplir con su obligación", afirmó. "Nos mantendremos muy atentos al desarrollo" del caso, añadió.
Estadísticas confiables y creíbles
La directora gerente del Fondo Monetario volvió a reclamar hoy que la Argentina adopte "números y estadísticas confiables y creíbles". Por esa razón, dejó abierta la puerta a nuevas sanciones si esto no sucede.
"No quiero especular con lo que puede ocurrir. Pero la cuestión es respetar la obligación de todos los miembros del Fondo de tener estadísticas y números confiables y creíbles", dijo Lagarde en declaraciones publicadas por el diario La Nación.
La Argentina fue emplazada por el organismo hasta el próximo 29 de septiembre para corregir y mejorar sus actuales estadísticas de inflación y de crecimiento económico.
En este contexto, Lagarde admitió que en el momento actual "existe un proceso de diálogo con la Argentina" en ese sentido, pero que aún no ha llegado a buen puerto.
"Tenemos que seguir trabajando, tenemos que completarlo", afirmó. "La meta es tener estadísticas confiables y creíbles porque ésa es la regla que debe cumplirse y a la que se ajusta el Fondo. Mi deber es asegurar que aplica para todos los países", advirtió.
Durante junio la inflación fue de 2,1%, según consultoras privadas, y para julio se estima una suba de 3 o 3,1%, impulsada por alimentos y servicios privados. En cambio, los datos oficiales del INDEC no reflejaron cambios y en ese mes el IPC se ubicó en 0,8 por ciento.