Yayoi Kusama, la Lady Gaga del arte en la Argentina

Sus obras se exhiben con éxito en el Museo Malba de Buenos Aires. Es la mayor artista viva y célebre de Japón y por decisión propia, vive y crea encerrada en un psiquiátrico. ¿Quién es esta artista pop que enamoró a fuerza de puntos y lunares a los argentinos? Mirá sus mejores obras

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 Prensa Malba 162
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Las obras de Yayoi Kusama son luminosas, sensoriales y trascendentes. Y no sólo porque use lunares fluorescentes o puntos interminables como "claim" conceptual sino porque su obra transmite paz, involucramiento, transporta a un lugar lejano porque invita al ensoñamiento; y a la vez cercano porque es íntimo y sereno.

      

Basta con mirar cómo arranca su exhibición en el Museo Malba de Buenos Aires, al intervenir con telas rojas y lunares blancos los troncos de un conjunto de frondosos Jacarandás sobre la Avenida Figueroa Alcorta. En la entrada misma del Museo donde la gente -adultos, niños y familias- hacen cola para ver su obra. Una puesta delicadamente ambiciosa y pensada para un público masivo.

Yayoi Kusama es la mayor artista japonesa viva y su propuesta en el Malba-Fundación Costantini es "Obsesión infinita" que ya visitó los mejores museos del mundo como el Reina Sofía en Madrid, el Pompidou, en París, el Tate Modern en Londres y el Whitney Museum, en Nueva York.

Y ahora llega a Buenos Aires, curada por el talentoso Philip Larrat - Smith (Vice curador en jefe de Malba, Buenos Aires) y Frances Morris (jefa de colecciones internacionales del Tate Modern); la exposición presenta la trayectoria de esta artista que va desde el ámbito privado a la esfera pública, desde la pintura a la performance, del estudio a la calle.

E invita a movilizar los sentidos en un mix de corrientes entre el pop y el surrealismo, y a quien el Malba le dedica su primera muestra retrospectiva en América Latina.

      

Yayoi Kusama fue reconocida por marcas de lujo como Louis Vuitton, que el año pasado introdujo en su colección algunas de sus creaciones. En su muestra "Obsesión infinita" se podrá admirar un repertorio de más de cien obras, en todos los soportes, creadas entre 1950 y 2013, que incluyen pinturas, trabajos en papel, esculturas, videos, slideshows e instalaciones. El denominador común en la obra de Kusama es el punto, el lunar, el círculo de colores multiplicado al infinito en cualquier superficie.

La artista lo explicó así: "mi deseo era predecir y estimar la infinitud de nuestro vasto universo con una acumulación de unidades en red, un negativo de puntos. Cuán profundo es el misterio de la infinitud en el cosmos. Percibiendo ese infinito quería ver mi propia vida. Mi vida, un punto, es decir, una partícula entre millones de partículas. Fue en 1959, cuando presenté un manifiesto en el que declaraba que mi arte me borraba y borraba a los otros con el vacío de una red tejida, con una acumulación astronómica de puntos".

Interacción con el arte

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Obsesión infinita incluye las series más importantes de sus casi seis décadas de producción artística. Se destacan sus Infinity Nets (Redes infinitas) de los años 50 y las
Accumulations sculptures (Esculturas de acumulación), sus performances y happenings neoyorquinos de los años 60, presentes en series como Self-Obliteration (Autoborramiento), y sus pinturas e instalaciones recientes, como I'm Here, but Nothing (Estoy aquí, pero nada,
2000-2013), Infinity Mirrored Room – Filled with the Brilliance of Life (Sala de espejos del  infinito - Plena del brillo de la vida, 2011) y The Obliteration Room (La habitación del
borramiento, 2002-2013), cuarto blanco que el público intervendrá con lunares de colores a lo largo de la muestra.

Kusama ahora logró su momento más claro y luminoso de su obra: "mientras que las instalaciones y las performances tempranas, tal como las caracterizó la crítica, eran más bien solitarias, alienantes y psicológicamente cargadas, sus obras ambientales más recientes son espacios sociales en donde los espectadores dicen experimentar placer e incluso una sensación de trascendencia", explica Frances Morris.

En palabras de Philip Larratt-Smith: "Kusama sufre la enfermedad del verdadero artista. La peculiar condición que la ha llevado a sufrir durante toda su vida, la ha empujado a un mundo simbólico creado por ella. Ha concebido espacios que nos permiten experimentar los contradictorios mecanismos que se funden en su inconsciente", explicó el curador.