Millonario auspicio a la pelea de Martínez

A las dos principales empresas que auspician con millones de pesos la promocionada pelea entre Sergio "Maravilla" Martínez y el británico Martin Murray, no les sobra dinero.

No llamó la atención que tanto Aerolíneas Argentinas como YPF, compañías que dependen del Ejecutivo, fueran de la partida. Ya el boxeador quilmeño había dicho que no se puede montar un evento como el que pretende llevar a cabo sin "respaldo del Gobierno".

Ese respaldo se traduciría en aportes de entre $3 y $5 millones por parte de cada una de estas empresas. La gran parte del auspicio estaría a cargo de Presidencia de la Nación para la velada boxística del próximo sábado en el estadio de Vélez Sarsfield.

Pero la realidad financiera difiere de tan generoso aporte por parte de estas empresas. Más aún, el de la aerolínea que ya no solo gana poco dinero, sino que directamente pierde a razón de 2,7 millones de dólares por día.

De ahí que el caso más emblemático es el de Aerolíneas Argentinas, compañía que desde que se estatizó en 2009 acumula pérdidas por u$s3.600 millones (unos 32.184 millones de pesos al dólar libre de la actualidad).

De hecho, en el primer bimestre de este año la aerolínea de bandera perdió u$s118 millones, el doble que en igual lapso del año pasado. Las pérdidas del año pasado alcanzaron los 898 millones de dólares.

Algunos especialistas, como Jorge Pérez Tamayo, ex titular de la Asociación de Pilotos de Líneas Aéreas y actual Secretario Gremial de la Confederación Argentina de Trabajadores del Transporte (CATT), "Aerolíneas factura 1.200 millones de dólares al año pero pierde 915 millones. Lo normal debería ser perder el 5%, no el 75 por ciento como lo hace la compañía".

En el caso de la petrolera expropiada a Repsol, el resultado no es drástico como el caso de Aerolíneas, pero tampoco tiene una posición tan holgada.

En la presentación de balances de la compañía, con datos correspondientes al 2012, YPF resaltó el aumento de los ingresos ordinarios a $67.174 millones, con un aumento de 19,5% respecto del nivel de 2011, mientras que la ganancia operativa fue de $7.903 millones, que representó un incremento nominal del 9,9% en el año.

Sin embargo, en términos reales –esto es, deducido el efecto de la inflación que las mediciones privadas ubicaron en 23,6%–, los ingresos por venta disminuyeron 3%, y las utilidades contables, por el contrario cayeron 11,1 por ciento.

Peor aún, la utilidad neta de todo el año fue de $3.902 millones, (incluyendo $1.943 millones de efecto del pasivo diferido), o sea, 12,2% menor que la del 2011.

La petrolera justificó la caída nominal del saldo final en "la pérdida de las empresas participadas y controladas (principalmente MEGA, Refinor y AESA)".