Dos víctimas de la represión contaron que Bergoglio los ayudó a escapar

El uruguayo Gonzalo Mosca, y el sacerdote español José Caravias le agradecieron al actual Papa haberles salvado la vida

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 AFP 163
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En la década de 1970, la intervención actual papa argentino Francisco evitó que un militante político y un cura fueran ultimados por el terrorismo de Estado. Así lo atestiguaron dos víctimas perseguidas por este tipo de violencia política.

Se trata de un dirigente sindical uruguayo hostigado por la dictadura militar inaugurada por Jorge Rafael Videla y del sacerdote José Caravias, sobre quien pesaba una amenaza del grupo paramilitar Triple A en 1975.

Bergoglio desempeñó un rol clave cuando era Provincial jesuita en la Argentina. El uruguayo Gonzalo Mosca, quien con su ayuda logró escapar de la dictadura argentina al exilio, sostuvo que el ahora Sumo Pontífice de la Iglesia Católica demostró ser una persona "valiente personal e institucionalmente" en su accionar.

Con 28 años e integrante del Grupo de Acción Unificadora (GAU), un movimiento de izquierda que participó en 1971 de la fundación del partido de coalición Frente Amplio (FA), Mosca fue advertido sobre la inminencia de ser capturado por la dictadura uruguaya (1973-1985).

Tras escapar a Buenos Aires en 1977, el uruguayo supo que rápidamente los militares argentinos también lo buscaban.

"Entretanto, mi hermano mayor, que es sacerdote jesuita, fue a Buenos Aires a darme una mano. ɐl va a las Naciones Unidas para ver si me podía refugiar, y las Naciones Unidas le dijeron que refugiarse en ese momento era imposible, el Gobierno argentino no reconocía el estatus de refugiado, y el edificio estaba todo rodeado de militares", recordó.

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