Abandonaron la sala Alberdi las cuatro personas que la mantenían tomada

Pasada la medianoche y tras una extensa negociación, los okupas resolvieron dejar el lugar. Fue en el marco de otra jornada de tensión e incidentes. La toma llevaba más de dos años

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Los últimos cuatro manifestantes que mantenían tomada la Sala Alberdi del Centro Cultural San Martín decidieron "por su propia voluntad", y tras horas de negociaciones con autoridades del gobierno porteño, abandonar el lugar, después de casi 90 días de ocupación y siete años de conflicto.

Se trata de cuatro jóvenes, tres varones y una mujer (ver videoquienes fueron identificados, tal como lo reclamó la Justicia. "No son trabajadores del centro sino okupas", aseveró el ministro de Cultura porteño, Hernán Lombardi.

De igual forma opinó el titular de la cartera de Seguridad capitalina, Guillermo Montenegro. "Eran personas que entendían que en algún momento podían controlar el centro cultural", dijo y aclaró: "En caso de que no tengan antecedentes penales quedarán en libertad".

"La Ciudad se comprometió a cumplir con el fallo y proponer un nuevo lugar para garantizar la continuidad de las actividades artísticas que desarrollaban los integrantes de la sala Alberdi", aclaró el abogado de los manifestantes, Luis Zamora.

Según dijo, el ministro de Cultura porteño "vio con simpatía" la decisión de los jóvenes de desocupar "por su propia voluntad" la sala, por lo que aseguró que "harán una nueva propuesta", insistió Zamora, aunque la información no fue confirmada ni por Lombardi ni por Montenegro, quienes, por el contrario, calificaron de "okupas" a los cuatro jóvenes.

La resolución del conflicto llegó después de otra jornada de incidentes, que se desataron cuando alrededor de las 19 de ayer decenas de agentes de la Policía Metropolitana intentaron desalojar a los cuatro integrantes de la asamblea que ocupaban, desde el 3 de enero pasado, la sala Alberdi, ubicada en el sexto piso del Centro Cultural General San Martín.

El operativo de la fuerza de seguridad fue rechazado por artistas, estudiantes y militantes de partidos de izquierda, que permanecían concentrados en el cruce de las calles Sarmiento y Paraná, y aún continúan en el lugar, custodiados por los policías y agentes de Infantería.

Según los testigos, los efectivos de la Metropolitana dispararon balas de goma y gases lacrimógenos, en tanto que los manifestantes les arrojaron piedras e incendiaron dos contenedores de basura.

Durante las primeras horas de ayer, había trascendido que los cuatro ocupantes de la sala teatral abandonarían la protesta con la condición de que no se los identificara, pese al reclamo de la Justicia.

La resolución de la toma llegó al comienzo de esta madrugada, tras más de cinco horas de negociaciones con los ministros de Justicia y de Turismo porteños, Guillermo Montenegro; y Hernán Lombardi, respectivamente.

El viernes pasado, la Cámara de Apelaciones en lo Penal, Contravencional y de Faltas de la Ciudad ordenó el allanamiento y desalojo de la sala Alberdi. La medida judicial también pidió la identificación de quienes se encontraban en el recinto.

La Defensoría General de la Ciudad, en tanto, afirmó que la resolución de la Cámara no estaba firme porque no había sido oficialmente comunicada a las partes, una condición que, dijo, se cumplirá recién hoy lunes.

Desalojo y violencia

El 12 de marzo último, la Policía Metropolitana desocupó un campamento que habían montado artistas en la plaza seca, ubicada en el interior del establecimiento cultural.

Tras ese operativo, al menos dos personas fueron heridas de bala de plomo, admitió el ministro de Justicia y Seguridad porteño, Guillermo Montenegro. Sin embargo, los manifestantes señalaron que la cifra de baleados llegó por lo menos a cuatro, dos de ellos periodistas de la Red Nacional de Medios Alternativos (RNMA).

Fue un día de enorme tensión, con importantes destrozos dentro y fuera del Centro Cultural San Martín.

El conflicto

Los problemas comenzaron hace poco más de seis años, cuando en 2006 el por entonces jefe de Gobierno porteño Jorge Telerman decidió el traslado de las actividades que se desarrollaban en la sala para refaccionar el lugar.

Desde ese momento, los talleristas reclaman ser reconocidos como "tutores del espacio y garantes de su identidad histórica como espacio de producción, divulgación y formación artística" a fin de poder garantizar la continuidad de su trabajo.

En busca de ese objetivo, el 28 de marzo de 2007, "un fallo de la Justicia, ratificado a nivel de Cámara, reconoció la tarea de los integrantes de la sala y ordenó al gobierno porteño que les otorgue otro lugar adecuado para continuar con sus tareas", recordó Zamora.

En 2008, el PRO les ofreció el teatro Los Andes, en el barrio porteño de Chacarita. Algunos docentes y talleristas aceptaron la propuesta de mudanza, otros no. Mientras tanto, la Justicia ordenó adaptar ese teatro y, en ese marco, a partir del 17 de agosto de 2010 un grupo de profesores comenzó a tomar la sala, que logró ser desocupada de forma completa recién hoy.

En tanto, el 21 de febrero último, la fiscal Claudia Barcia había pedido desalojar a todas las personas que acampaban desde el 3 de enero en el Centro Cultural San Martín y que se clausure el inmueble.