La obra Femme assise près d'une fenêtre (Mujer sentada junto a una ventana), que el pintor malagueño realizó en 1932 en su estudio de Boisgeloup, a las afueras de París, fue la estrella de una sesión dedicada al arte impresionista y moderno, que abría la temporada de subastas en la capital británica.
Picasso retrató en este lienzo a la joven francesa Marie-Thérèse, a quien vio por primera vez por las calles de París en 1927, cuando ella tenía tan solo 17 años, y con quien inició una relación amorosa mientras continuaba casado con la rusa Olga Khokhlova.