Cristina Kirchner, entusiasmada con el inglés

La Presidente parece haber descubierto las virtudes de la lengua de Shakespeare, a la que apela cada vez con mayor frecuencia, en particular cuando quiere expresar emociones o enfatizar sus dichos, tanto en sus discursos como en Twitter y Facebook

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"My God!", se ha convertido en una de las muletillas preferidas de Cristina Kirchner, especialmente a la hora de mostrar indignación frente a determinados hechos, sobre todo informaciones de prensa que considera incorrectas o sesgadas.

"Será porque conté que el diario La Nación no paga aportes previsionales? Oh my God!", tuiteó por ejemplo el lunes 14, quejándose por un artículo sobre las aeronaves presidenciales.

      

En simultáneo, la versión en Facebook fue: "Otra vez sopa, ahora La Nación con mentiras sobre las aeronaves del Gobierno Nacional. Pobre Parrilli, cuanto tiempo perdido! Será porque conté que La Nación no paga aportes previsionales? Oh my God!"

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El 13 de enero tuiteó: "Me enteré que el monopolio (Clarín, always) en la foto de familia con los Castro, en La Habana, confundió a la esposa de Fidel con ¡Beatriz Paglieri! Secretaria de Comercio Exterior…" Mismo mensaje, con palabra en inglés incluida, fue subido a Facebook.

      
Tampoco la Justicia, que últimamente la enoja con frecuencia por sus fallos, se salvó del inglés: "Al final. ¿Cómo falló? ¿A favor del estado o de la Sociedad Rural Argentina? A favor de las corporaciones, siempre. Always", escribió en su cuenta de Twitter el 5 de enero pasado.
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El "Dios mío" en versión inglesa también le había servido tiempo antes para hablar del susto que pasó en el Instituto Leloir cuando se tropezó y cayó: "My God, casi me mato!", tuiteó aquella vez, en julio de 2011.

En la misma ocasión, se refirió a la exposición de tecnología que tanto la enorgullece: "Tecnópolis a full! No te la pierdas". Era la primera edición, en Vicente López.

Y, como todavía no estaba disgustada con el presidente de la Corte Suprema de Justicia, escribió: "En las fotos vi al Dr. (Ricardo) Lorenzetti. En el revuelo de gente y cámaras, no lo distinguí. Sorry, lo hubiera anunciado. Qué importante es la presencia de todos ante políticas de estado! Ahora sí estamos cerrando el Bicentenario y abriendo el tercer siglo".

En concreto, no es nueva la tendencia de la primera mandataria de apelar al inglés –a palabras sueltas, en realidad, puesto que, como es notorio, no conoce ese idioma–, pero si antes se trataba de expresiones que son de uso relativamente corriente, del estilo de sorry, know how, too much, touch and go y otras (vea el video), ahora la cosa es más espontánea, como si esa lengua se adecuase más a su estado emocional actual.

Así, es cada vez más frecuente que un "always" o un "my God!" sean ahora el remate de sus afirmaciones.

Antes, hasta tuvo el desprejuicio de "traducir" una piedra angular de la doctrina justicialista: fue cuando llamó "fifty-fifty" a la redistribución del ingreso.

Lejos quedaron los tiempos en que la todavía senadora y Primera Dama explicaba, en uno de sus primeros viajes a los Estados Unidos, en el año 2004, que no hablaba inglés porque pertenecía a la generación del "yankees go home"…