Llega a su fin otro juicio entre gigantes: Microsoft vs. Motorola

El gigante de Redmond y la filial de telefonía móvil de Google realizaron evaluaciones que distaban en millones de dólares sobre el pago por el uso de patentes de video y Wi-Fi antes de la resolución de un caso que será crucial

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La sentencia, que se espera a lo largo del año que viene, podría ser un acontecimiento clave en el equilibrio de poder entre Microsoft y Google y el resto de la industria tecnológica en la actual batalla por la propiedad de la tecnología aplicada a los cada vez más populares teléfonos avanzados, tabletas y videoconsolas.

El juicio, que tuvo lugar entre el 13 y el 20 de noviembre en un juzgado federal del estado de Washington, tenía como fin establecer cuánto debía pagar Microsoft a Motorola por el uso de dos de sus patentes esenciales empleadas para la fabricación de la videoconsola Xbox y otros productos.

En documentos redactados con posterioridad al juicio que esencialmente reflejan los argumentos finales antes de la sentencia, Microsoft consideró que no debía pagar más de u$s502.000 al año por la patente de compresión de video H.264 de Motorola y no más de u$s736.000 anuales por la tecnología Wi-Fi 802.11 de Motorola.

Motorola, adquirida por Google a comienzos de año en buena medida por su valiosa cartera de patentes, presentó una valoración mucho más cuantiosa.

En su documento, también hecho público en formato escrito, Motorola dijo que debía recibir un pago del 2,25% del precio de venta de productos de Microsoft como la Xbox y el sistema operativo Windows 7, que utilizan las patentes en cuestión.

Motorola argumentó que un acuerdo justo sobre licencias cruzadas supondría que obtendrían unos pagos netos de entre u$s100 millones y u$s125 millones al año solamente por la cartera de patentes H.264.

Por las patentes 802.11 reclama un pago neto de entre el 1,15% y el 1,73% de los precios de los productos finales de Microsoft, lo que supondrían millones de dólares al año.

Se espera que el juez de distrito estadounidense James Robart dicte sentencia del caso a comienzos del próximo año.