La primera maestra trans en la Ciudad de Buenos Aires ya ejerce el cargo

Durante 22 años dictó clases como José pero, después de las vacaciones de invierno, asumió como Melisa. Cuenta con el apoyo de la comunidad educativa y con el de la mayoría de los padres de los distintos colegios en los que trabaja 

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Es docente y dicta talleres optativos de ajedrez hace 22 años. Actualmente trabaja en seis colegios públicos de la Ciudad y tiene a su cargo 12 cursos donde enseña a chicos de segundo a quinto grado.

Pero las últimas vacaciones de invierno marcaron un gran cambio para Melisa ya que, hasta el 30 de julio, había trabajado siempre como José.

De esta manera, se convirtió en la primera maestra trans de primaria de la Ciudad de Buenos Aires. Días antes, se comunicó con la comunidad educativa para darles a conocer su decisión: "Mi obligación de ser coherente con mis sentires más profundos me llevan a dar este paso trascendente en mi vida, una vida que nunca será plena si no manifiesta la esencia de mi propio ser. Y mi ser, es profundamente femenino", expresó Melisa.

La docente cuenta con el apoyo de sus dos hijas, de la comunidad docente y la mayoría de los padres de los alumnos donde dicta sus talleres.

Sus colegas, además, aprovecharon la situación y la responsabilidad para tratar el tema con los chicos.

Claudia Araujo, maestra de segundo grado en uno de los colegios donde trabaja Melisa, decidió usar un cuento para introducir el debate. "A los chicos se les ocurrieron muchos ejemplos de la televisión, ellos tienen mucha información y entienden estas cosas mejor que los adultos. Estamos en una sociedad que cambia a cada rato, me parece que lo que hizo Melisa fue un acto de valentía", sostuvo la docente.

"Estaba esperando que saliera alguna chica más joven, pero me tocó esta partida y la tengo que jugar", sostuvo Melisa. "Creo que abrir puertas es parte de mi obligación como docente, no puedo ser cómplice de la violencia de género que padecen las trans", agregó.

Melisa afirmó que ya antes de la aprobación de la ley de identidad de género había decidido blanquear su condición en las escuelas: "La ley fue como un broche de oro para que la gente por fin pueda ser quien es y para terminar con la violencia".

Ahora que ya ejerce su trabajo de la manera en que más cómoda se siente, señaló que tiene "más onda" y que es "más afectuosa" con los chicos.