Cachet II, el lago vacío de la Patagonia chilena

El enorme espejo de agua quedó seco en menos de un día y luego recuperó sus 200 millones de litros de agua. Los efectos del calentamiento global sobre un glaciar serían la razón

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En menos de 24 horas, el lago Cachet II en el sur de Chile desapareció por completo, en un llamativo fenómeno que se está acelerando en éste y otros lugares debido al aumento de la temperatura.

Poco antes de la medianoche del pasado 31 de marzo, empezó a vaciarse de repente por segunda vez en el año. En pocas horas, quedó seco, sólo con algunos charcos y muchos pedazos de hielo que se desprendieron del glaciar que lo alimenta.

La asistente en la investigación del Centro de Estudios Científicos (CECS), Daniela Carrión, se encontraba en el lugar realizando una investigación justo cuando el fenómeno ocurrió. "Se inundaron los sectores por donde caminábamos y todo se llenó de témpanos. El vaciamiento había provocado una gran fractura en el glaciar", explicó.

El Cachet II se forma por los deshielos del Colonia, que con sus enormes paredes blancas actúa también como muro de contención. Pero el aumento de las temperaturas lo debilita y cuando ya no puede soportar la presión del lago, deja escurrir el agua por un túnel.

El agua llega súbitamente al imponente río Baker, que aumenta tres veces su caudal habitual en ocho horas. Cuando sucede, automáticamente se activa un sistema de alerta destinado a avisar a la decena de pobladores que habitan en la zona para que resguarden a sus animales y se mantengan atentos.

La última vez, el desnivel que experimentó el Cachet fue "superior a 31 metros", de acuerdo con un reporte de la Dirección General de Aguas (DGA), que vigila el lago con un sistema satelital.

En el último tiempo este tipo de súbitos drenajes se está haciendo habitual en varios lagos alimentados por glaciares. De hecho, el mencionado se vacía en promedio tres veces por año.

Los científicos alertan de que las "desapariciones" repentinas pueden aumentar por el incremento de las temperaturas terrestres y se deben controlar para poder prever los efectos para las comunidades aledañas.

Según el glaciólogo experto en cambio climático del CECS, Gino Casassa, en Chile se registraron 53 casos de vaciamientos entre 1896 y enero de 2010, con una aceleración en la frecuencia en los últimos años.