El arquero de Holanda en el mundial 78: "Todos sabíamos lo que pasaba en Argentina"

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Jan Jongbloed, arquero de Holanda en el Mundial 78 que ganó Argentina y de cuya final el sábado se cumplen 33 años, reveló que tanto él como sus compañeros sabían lo que ocurría con la dictadura en el país, confesó que durante el certamen fue "a la Plaza a ver a las Madres" y admitió que conocía la existencia de un campo de concentración en donde funcionaba la ESMA.

En una entrevista exclusiva con Télam en Amsterdam luego de varios años sin contacto con la prensa, Jongbloed, titular en la final del Mundial en la que Argentina se impuso por 3-1 y que entonces escribía para el diario Vrij Nederland (de izquierda), descartó que tuvieran "miedo" durante su estadía en el país y defendió su participación porque era su "manera de vivir".

El ex arquero del club Roda, de 71 años, recibió a Télam en su casa de Amsterdam, donde repasó el Mundial que ganó Argentina y que se jugó en la época más oscura de nuestro país.

-Antes de viajar a la Argentina, ¿el plantel de Holanda sabía lo que ocurría en el país? ¿Tenía conocimiento de que iban a jugar un mundial con una dictadura en el poder?
-Sí, sabía.

-¿Cómo?
-Sabíamos que había una dictadura. Éramos gente normal, que escuchábamos la radio, veíamos la televisión y en ese momento había una protesta, una campaña en Holanda, respecto de este tema. Mi padre era comunista. Tenía y tengo una sensibilidad con todo lo que es pueblo. Sabía que pasaba algo, que no estaba bien, que no me gustaba.

-¿En qué consistía la campaña en Holanda? ¿Se cuestionaba su participación en el certamen?
-Claro. Había debates, por ejemplo. A mí me invitaron a uno en una radio antes del Mundial en el que expliqué: "Me parece terrible lo que está pasando pero la cuestión es que yo tengo una mujer, tengo hijos y esto es mi manera de vivir. Si yo no voy allá, no puedo responder a eso, que también es una prioridad mía. La gente que está allá es la que tiene que cambiar el régimen de Videla. Entiendo que es terrible para la gente que está allá, me sensibilizo con eso, pero no voy a dejar de ir por eso porque también tengo mis cosas por las qué responder", les dije.

-Les dio sus razones.
-Exacto. Y además ellos se creían libertadores del mundo, luchadores de la justicia. Entonces les dije: 'Si tanto lo sienten así, por qué no van ahora en vez de hacer esto acá. Se toman un avión y se ponen a dar una vuelta en la Plaza de Mayo, a protestar ahí". Yo de hecho estuve en la Plaza de Mayo.

-¿Durante el Mundial estuvo enla Plazade Mayo, en la ronda de las Madres?
-Sí. Estuve. No con un cartel ni nada, pero sí cuando estaba la ronda de la Madres de Plaza de Mayo.

-¿Y realizó la ronda?
-No. La estuve mirando.

-¿Fue con otros jugadores?
-No, fui solo. A mirar.

-¿Y qué lo impulsó a ir?
-Yo había escuchado sobre las Madres de Plaza de Mayo. No iba a ir a poner un cartel, pero era algo que yo sabía desde Holanda que pasaba, que existía, entonces quería verlo.

-¿Sus compañeros sabían de las Madres?
-Todos sabíamos, toda la sociedad. Todos teníamos televisores.

-La delegación holandesa, en su estadía en Buenos Aires, se alojó en un hotel de la zona de Retiro. ¿Tuvo miedo cuando fue desde ahí ala Plazade Mayo?
-No, nunca tengo miedo.

-¿El plantel tuvo miedo de la dictadura enla Argentina?
-No, en lo más mínimo.

-¿Tuvieron algún tipo de instrucciones o recomendación de que tuvieran cuidado por parte del cuerpo técnico o de la embajada holandesa en Buenos Aires?
-No.

-Existe la leyenda de que Johan Cruyff no jugó el Mundial por rechazo a la dictadura. Tiempo después aparecieron libros y artículos que desmintieron esa información. ¿Cual es su posición?
-No lo sé, creo que la mujer no lo dejó ir.

-Hay otra leyenda que quedó del Mundial: cuando terminó la final y ustedes se fueron al hotel, no asistieron a la fiesta con que se agasajó a los finalistas en otro lugar. ¿Por qué no fueron?
-No teníamos ganas.

-¿Así de simple? Se tejieron miles de historias y versiones.
-Así de simple. No teníamos ganas. Habíamos perdido y queríamos volvernos a casa rápido. En el '74, cuando perdimos la final del Mundial de Alemania contra el seleccionado local, sí habíamos estado. Pero enla Argentinadecidimos no ir.

-¿Sabía usted que el estadio Monumental, donde se jugó la final, estaba a unos600 metrosdel campo de concentración más terrible que tuvola Argentinaen la dictadura, donde funcionabala Escuelade Mecánica dela Armada, ESMA?
-Sí, sabía.

-¿Y qué sentía?
-Estaba eso ahí, pero nosotros decidimos ir. Desde el momento en que decidiste ir, vas a jugar aunque esté a 600 metros, no es algo que esté con vos en ese momento. Todos sabíamos lo que pasaba pero no íbamos a dejar de ir. Porque si no a muchos países no se podría ir en la historia a jugar al futbol. ¡No tendríamos que haber ido a Alemania! Porque Holanda fue invadida por los alemanes.

-Desde el punto de vista deportivo, ¿considera que la dictadura favoreció al seleccionado dela Argentinapara ganarla Copa?
-No, no lo creo. No voy a creer algo así. Si (Rob) Rensenbrink mete la pelota que pegó en el palo cuando estábamos 1-1 y ya se acercaba el final, ¿qué creés? ¿Que el árbitro iba a parar el partido para decir que no había sido gol? No fue que Rensenbrink pegó la pelota en el palo en vez de hacer gol porque tenía miedo.

-Hubo un partido muy sospechado, que fue el que Argentina le ganó a Perú 6 a 0.
-Yo no tengo ninguna sospecha.

-¿Volvería a jugar un Mundial con una dictadura?
-Sí. En aquellas mismas circunstancias, sí.