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El descubrimiento de cinco fosas clandestinas en abril en el norteño estado de Durango había arrojado hasta ahora un total de 201 cuerpos, en un hecho que hasta ahora no tiene demasiadas certezas acerca de los responsables de la matanza o los fines.
Las autoridades habían declarado el viernes que la búsqueda de restos humanos había concluido. No obstante, el nuevo hallazgo de otros 17 cadáveres mantiene abiertas las investigaciones.
De acuerdo con un comunicado de la Secretaría de Seguridad estatal, la nueva fosa se ubica en un terreno baldío, a una calle de donde se había encontrado otra tumba clandestina recientemente.
Según diversos medios de comunicación, las pesquisas apuntan a que el cartel de Sinaloa y a Los Zetas, aunque tampoco se descarta que la organización criminal de los hermanos Beltrán Leyva pueda ser autora de las muertes.
La cifra de personas encontradas en fosas en Durango supera los 183 cadáveres hallados en otras localizadas en San Fernando, en el estado de Tamaulipas. Estos últimos correspondieron a víctimas de secuestro o de homicidios arbitrarios, la mayoría de ellos pasajeros de autobuses interurbanos interceptados por la organización criminal de Los Zetas.
Por otra parte, la policía de Durango encontró los cadáveres de nueve hombres frente a las taquillas de una plaza de toros, caso del cual por el momento no se tiene más información.