¿Qué hay realmente detrás de las etiquetas light?

Desde que los productos "verdes" salieron al mercado, fueron vistos como la gran solución para no subir de peso, pero los resultados pueden ser los contrarios. Infobae.com consultó a una nutricionista

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 Cristian Hoerth (fotomontaje) 162
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El hecho de que existan helados bajas calorías y dulce de leche light llevó a muchas personas a ingerirlos sin medida y en lugar de perder peso aumentaron más de los que pesaban normalmente por consumir porciones exageradas, que aportan más de las calorías necesarias o que uno estaban acostumbrado a ingerir.

"Muchas personas llegan a mi consultorio con la pregunta de qué pueden comer que no los haga engordar, y yo me canso de explicar que no importa si los alimentos son light o no lo son sino que el tema es en consumirlos de manera consciente", explicó la especialista María Verónica Contreras.

Y agregó: "La gente busca qué puede comer en cantidad sin culpa pero si no se come de manera medida light o no light engorda igual, quizás saben que no es una pastilla mágica pero inconscientemente les otorga la tranquilidad de que no subirán de peso, es como que lo light santifica el alimento".

¿Pero qué consumimos realmente cuando ingerimos estos alimentos? Es preciso aprender a leer las etiquetas porque hoy mucha desinformación. Existen diversas categorías como light, que significa que al producto se le ha retirado 50% de su contenido normal de grasa; libre de azúcar, que tiene menos de 5 miligramos de azúcar por ración; y, bajo en azúcar, cada porción posee menos de 5 gramos.

También están las que son libres de grasa, que serían menos de 5 miligramos de grasa por porción; bajo en grasa, donde cada ración incluye 3 gramos o menos; bajo en grasas saturadas (de origen animal), que la ración aporta 1 gramo o menos de ellas, así como 15% o menos del contenido normal de calorías; y, libre de colesterol, cada porción cuenta con menos de 2 miligramos de dicha sustancia, y puede incluir 3 gramos o menos de grasa saturada.

Lo que el organismo necesita
El tema es no confundir y no reemplazar estos alimentos por otros ricos en vitaminas y necesarios como frutas verduras, grasas y proteínas de origen animal y vegetal. Y mucho menos consumirlos en lugar de hacer ejercicios.

Es que los productos verdes no son dañinos en sí mismos, el tema es no confundirlos y no considerarlos como una alternativa para perder peso sin esfuerzo, es decir, sin alimentarse balanceadamente ni hacer ejercicio.

Otra cuestión a tomar en cuenta es que si bien son inofensivos para niños, adolescentes y mujeres embarazadas, no se recomienda su consumo porque estos grupos se encuentran en etapas de la vida en las que el organismo requiere mayor aporte de calorías para realizar todos sus procesos.