Niña muere en incendio por una vela que le prendieron al Gauchito Gil

El trágico hecho tuvo lugar en una vivienda de Villa Centenario. Los vecinos sofocaron las llamas y trasladaron a la niña al hospital Allende, de Ingeniero Bunge, donde ingresó ya fallecida

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(NA)-

Una niña de 12 años murió ayer por la madrugada como consecuencia de un incendio que se produjo en su casa de la localidad bonaerense de Villa Centenario, originado luego de que su hermana encendiera una vela frente a una imagen del "Gauchito Gil".



El trágico hecho se produjo en una vivienda situada en la calle Homero Manzi al 3000, de esa localidad del partido de Lomas de Zamora, en el sur del Gran Buenos Aires.



Según informaron esta mañana voceros policiales, cuando los efectivos de la comisaría 7ma de Lomas de Zamora llegaron al lugar, el siniestro había sido sofocado por los vecinos de la zona, mientras que la niña de 12 años, llamada Daiana, fue trasladada al Hospital Allende, de Ingeniero Budge, donde ingresó ya fallecida.



De acuerdo con los datos que pudieron recabar los policías que se acercaron al lugar, el fuego que terminó con la vida de la niña se habría originado en una vela que una hermana mayor le había encendido a una imagen del "Gauchito Gil", ubicada en la parte superior de un ropero.



La joven, en su declaración, admitió que se habia quedado dormida y cuando despertó se encontró envuelta en llamas e imposibilitada de rescatar a tiempo a su hermana menor.



El mito del "Gauchito Gil" que se reproduce por las rutas y caminos de todo el país con improvisados "santuarios" de velas y trapos rojos, tiene su origen en la leyenda sobre la vida de Antonio Gil Núñez, nacido en Corrientes a mitad del siglo XIX.



Tras una vida de persecuciones y haber participado de la guerra del Paraguay -una cruz que sostenían muchos representantes de su clase-, el hombre se convirtió en cuatrero, aunque como muchos "héroes populares" compartía el botín con los más necesitados.



Finalmente fue capturado por una partida de soldados que lo ajustició de una forma cruel: lo ataron cabeza abajo de un árbol y lo degollaron.



La leyenda nació cuando el verdugo escuchó las palabras del gaucho antes de ejecutarlo: "Cuando vuelvas a tu casa, encontrarás a tu hijo muy enfermo pero si mi sangre llega a Dios, juro que volveré en favores para mi pueblo".



El soldado volvió a su casa y efectivamente encontró a su hijo enfermo, por lo que volvió al lugar en el que habían dejado el cuerpo del gaucho y le dio sepultura cristiana, y -según cuenta la leyenda-, se logró la curación del pequeño.