Descuartizó a su mujer, la cocinó y se la tiró a los perros

El hombre, presionado por el interrogatorio, confesó que mató a su esposa mientras se bañaba y cortó el cuerpo en prolijos pedazos

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Un hombre confesó ante la justicia de Salta que luego de descuartizar a su ex concubina cocinó restos de la carne y se la dio de comer a los perros.

Se trata de Antonio Tula, quien se encuentra detenido desde el lunes último por asesinar y descuartizar el 6 de este mes a Alejandra Carabajal, de 36 años, y ayer confesó los macabros detalles ante el juez salteño que investigó el crimen.

La confesión fue formulada por el detenido ante el juez de Instrucción Formal de Octava Nominación de Salta, Sergio Miranda, en sede judicial hasta donde fue trasladado por personal de la Brigada de Investigaciones local.

Miranda amplió ayer su declaración asegurando que los restos de carne que faltaban de la pierna derecha de la víctima, los cocinó en dos ollas y que luego se los dio a su perra.

Según informa el diario El Tribuno, el resto de las partes las fue arrojando en el recorrido que hizo hasta llegar al lugar donde enterró el cadáver mutilado.

El detenido agregó que Débora -su actual pareja- todavía cocina en las mismas ollas y que los cuchillos utilizados en el crimen los siguió usando para comer.

Al ser consultado por qué dedecidió cocinar algunas partes del cuerpo de Carabajal, Tula indicó que su intención era "hacerla desaparecer más fácil".

El hombre mató y descuartizó a Carabajal, que era la madre de sus cuatro hijos, el 6 de setiembre último, en el interior de la vivienda en la que residían juntos hasta hace unos meses, en el barrio Nuestro Señora del Huerto de la localidad de Cerrillos, a 15 kilómetros al sur de Salta Capital.

La pareja se había separado hacía unos meses debido a que Tula inició una relación amorosa con una chica de 18 años, identificada como Débora Rodríguez, que está embarazada de cuatro meses y detenida por encubrimiento de este crimen.