La historia del hombre que se convirtió en depredador sexual

Durante meses, antes de cometer sus crímenes, cualquiera pudo seguir la épica lucha que se libraba en la mente de un joven en vivo y en directo por Internet

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(AP) -

"Es una batalla entre mis demonios y yo", escribió Joseph Edward Duncan en su portal de acceso en Internet el 24 de abril. "Estoy asustado, muy asustado. Si ellos ganan, gran cantidad de personas serán gravemente lastimadas".



Tres semanas más tarde, los demonios triunfaron sobre Duncan.



Duncan mató a golpes a tres miembros de una familia de Idaho. Dos niños fueron arrastrados a una remota parte de Montana y violados. Un niño de nueve años fue asesinado.



Es difícil imaginar que una persona pueda cometer tales actos. Pero investigadores han comenzado a tratar de comprender cómo otro órgano, el cerebro, puede conjurar los demonios que atormentaron a Duncan y a otros violentos depredadores sexuales.



Se supone que la mayoría de esos perversos sufren de anormalidades en el cerebro que los predispone a una conducta criminal. Esos defectos pueden ser causados por experiencias en la niñez, por defectos en los genes, o por eventos que ocurren en el cerebro de una persona cuando está todavía en el útero materno.



Pero sin importar la fuente, podrían eventualmente ser usados como una "marca de Caín" neurológica, ofreciendo una advertencia sobre la peligrosidad de la persona y la oportunidad de evitar que transgredan la ley.



Psicoanalistas de la escuela freudiana pueden encontrar las semillas de la conducta de Duncan en su juventud, en su solitaria niñez, en su madre dominadora, en la violenta relación de sus padres.



Perfil del psicópata

Cuando Duncan fue con su automóvil a la vivienda de los Groene en Coeur d'Alene, Idaho, no era la primera vez que soltaba sus demonios. En 1980, a los 17 años de edad, fue condenado a 20 años de cárcel por violar y torturar a un joven de 14 años a punta de revólver. Luego de ser arrestado por ese delito, confesó a las autoridades que había violado a 13 muchachos antes de los 16 años. Y las autoridades sospechan que mientras estaba en libertad bajo palabra, en 1997, Duncan secuestró, violó y asesinó a un niño de 10 años en el sur de California.



Muchos consideran a Duncan un psicópata sexual. Los psicópatas son impulsivos, egoístas, con escasa capacidad de sentir culpabilidad, miedo o remordimientos. La psiquiatría clásica hablaba de "locura moral" al aludir a personas que aunque conocían la diferencia entre el bien y el mal, cometían delitos pues no les importaban las consecuencias de sus acciones.



Dennis Rader, el llamado "asesino compulsivo BTK", era la imagen perfecta de un psicópata cuando compareció ante un tribunal. Sus recuerdos del asesinato de 10 personas mostraron su completa incapacidad de sentir culpa o remordimientos.



Palabra médica

Kent A. Kiehl, un psiquiatra del Centro de Investigaciones Neuropsiquiátricas Olin en Hartford, Connecticut, dice que sus investigaciones sugieren que los psicópatas tienen anormalidades en el sistema paralímbico, una red de estructuras cerebrales vinculadas a la emoción y a recuerdos emocionales.



Las personas que sufren daños cerebrales en un componente del sistema paralímbico, la corteza órbito frontal, con frecuencia se comportan de manera impulsiva y egoísta. Cuando la epilepsia causa daños al lóbulo temporal anterior -otro elemento del sistema- el resultado puede ser una conducta sexual inapropiada, problemas para mantener relaciones personales, y falta de empatía.



Y los daños a la amígdala, órgano del sistema paralímbico vinculado a la memoria emocional y la percepción, pueden convertir a una persona en un ser frío e intrépido.



Los experimentos indican que los psicópatas tienen una actividad cerebral disminuida en todas esas regiones.



Ahora Kiehl y sus colegas desean saber por qué.  "Es posible que, como en la mayoría de las afecciones, haya múltiples rutas", dijo Kiehl.



Por ejemplo, el abuso o las tensiones durante la infancia pueden afectar la manera en que se desarrolla el sistema paralímbico. Y daños cerebrales debidos a una herida en la cabeza pueden inducir una conducta psicopática.



Influencias

Otros psicoanalistas piensan que el medio ambiente donde crece una persona tienen influencia en su conducta posterior. Si un niño crece en condiciones de abuso y de caos, puede transformarse en un monstruo.



Si Duncan tuvo en alguna ocasión la posibilidad de convertirse en un individuo equilibrado, la perdió a edad temprana. Documentos de tribunales indican que la familia se mudó en reiteradas ocasiones debido a la carrera militar de su padre. Sus padres peleaban de manera incesante, y él en muy escasas ocasiones se hizo de amigos. Duncan admitió que su primer ataque sexual lo cometió a la edad de 12 años. La víctima era un niño de cinco años.



Para Fred S. Berlin, fundador de la Clínica de Enfermedades Sexuales de la universidad Johns Hopkins, los depredadores sexuales no tienen posibilidad de elegir. "No se trata de personas que optan por experimentar con un estado mental diferente", dijo Berlin.



Y eso deja a la sociedad con una difícil cuestión: ¿cómo lidiar con alguien que nunca quedará totalmente "curado" de su anomalía? Tal vez a través de la vigilancia constante.



En su portal de acceso en Internet, Duncan se quejó de las leyes que obligan a registrar a cualquier persona condenada por delitos sexuales, y se quejó de que la policía revisaba a cada rato su apartamento.



"No tengo intimidad alguna. Cualquiera en el estado, en el condado, en el mundo, puede saber dónde vivo, cuál es mi apariencia, o qué hice cuando era niño, simplemente escribiendo mi nombre en una máquina de búsqueda de Internet", escribió el 2 de febrero.



Sin embargo, Duncan contaba con la intimidad, libertad y anonimato suficiente para viajar a Idaho tres meses más tarde, donde cometió su última atrocidad.