La relación está en la mira. Jefes-empleados. Empleados-jefes. La discusión siempre se posó sobre dos ejes claros: un vínculo cercano, de mutuo aprendizaje, o una preferencia por la distancia, una organización que apueste por la verticalidad.
Hace pocos días, se presentó el Estudio Global de Willis Towers Watson sobre la Fuerza Laboral, que encontró que menos de la mitad -el 38%- de los empleados argentinos confía en el trabajo que desarrollan los líderes de alto nivel de su organización. Apenas tres de cada diez empleados creen que los líderes tienen un sincero interés por el bienestar de sus empleados y tan solo el 30% considera que su compañía agota instancias para preparar a futuros jefes.
"Con el entorno empresarial dinámico actual y la naturaleza cambiante del nuevo mundo del trabajo, la necesidad de líderes corporativos fuertes y eficaces está en un máximo histórico", señaló Marcela Angeli, directora de talentos y compensaciones de Willis Towers Watson Argentina. "El hecho de que un porcentaje significativo de los trabajadores no crea que sus líderes son tan eficaces como pueden serlo es preocupante, dado que un fuerte liderazgo es un impulsor clave en el compromiso de los empleados".
Sin embargo, la percepción varía cuando se trata de un jefe inmediato. Ocho de cada diez aseguran que sus jefes los tratan con respeto, mientras que el 69% dice que les asignan tareas acordes a sus habilidades y capacidades. Por su parte, la mitad de los empleados cree que sus superiores les comunican los objetivos y las asignaciones de forma clara.
Asimismo, la investigación muestra que los jefes inmediatos tienen mucho margen de mejora. Apenas un tercio de los empleados (32%) dice que toman decisiones justas sobre cómo el desempeño está vinculado al pago, mientras que solo el 38% considera que tiene tiempo suficiente para coordinar los aspectos personales en el trabajo.
Según el informe, una de las tareas clave de liderazgo, que requiere capacidad para valorar el esfuerzo, es la gestión del desempeño. Sin embargo, más del 60% de los jefes pasa como máximo seis horas por empleado por año en esta tarea. La pobre estadística encuentra correlato en la falta de "coaching" a sus equipos. Solo la mitad de los encuestados recibió capacitación de parte de sus superiores.
En la búsqueda de la superación
La misma compañía llevó adelante un estudio sobre Gestión de Talento y Compensación en 2016. Encuestaron a más de 2.000 empresas de todo el mundo e identificaron que los empleadores argentinos están tomando medidas para mejorar sus programas de desarrollo de liderazgo, pero también que aún hay margen de mejora.
Siete de cada diez empleadores están de acuerdo en que desarrollan líderes para que puedan satisfacer las necesidades cambiantes del negocio, mientras que casi la totalidad (94%) afirma que utilizan de manera efectiva un modelo de competencias de liderazgo. Un poco menos de la mitad (48%) actualmente utiliza tecnología de desarrollo de liderazgo, mientras que otro tercio (30%) planea incluirla en los próximos dos años.
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