Alexander Graham Bell decía que la preparación era la llave del éxito y Patricio Di Stabile pareció entenderlo desde un primer momento. Hoy tiene 17 años, pero a sus 13, ya sabía que el ballet lo acompañaría durante toda su vida. La danza sería lo que le quitaría el sueño y le daría la alegría a la vez.
Pasión, sentimiento y talento, estas tres palabras lo definen a la perfección. Pero todo lo que es hoy, le costó mucho esfuerzo. "Arranqué ballet a los 13 años, pero en ese momento no sabía si quería focalizarme en en eso o seguir con comedia musical, que es lo que venía haciendo antes. Sin embargo la vida y el ambiente del teatro hicieron que empiece a darme cuenta cuál era la disciplina artística en la que quería desempeñarme", explicó Patricio a Infobae.
Pero descubrir lo que realmente le gustaba fue solo el primer paso. A sus 12 años se dio cuenta que debía avanzar un casillero más. Junto a su maestra de ballet de ese entonces decidió audicionar para el Instituto Superior de Arte del Teatro Colón.
La expectativa era enorme, y los nervios aún mayores. "Entré a la escuela y ahí empezó todo. Era algo que yo necesitaba transitar sin apuros y despacio. Quería empezar a caminar y descubrir todo poco a poco", dijo.
Pero todo esto no terminó en el emblemático edificio de Cerrito al 628, sino que siguió. Nueva York fue el escalón al que decidió subir y el apoyo de los que más quería fue clave para poder continuar. Y el broche de oro lo está esperando en el Bolshoi Theatre de Rusia. Allí, deberá demostrar porque fue uno de los elegidos para representar a Argentina en ballet.
-¿Con qué te fuiste encontrando en el camino?
-El ballet es una caja de sorpresas para mí. Lo que tenía en Argentina era hermoso y me encantaba estar acá, pero sabía que había más. Después de hablar con mi maestra, Luciana Barrilero, decidimos que quizás era el momento de ver qué pasaba en otras partes del mundo.
Empecé a buscar escuelas a las que me interesaba ir, encontré Ballet Academy East y me puse en contacto con ellos. Me pidieron videos, comentarios de mis padres y maestros. Finalmente me dieron una beca y en agosto del 2016 me fui para allá.
-¿Qué sentiste cuando te subiste al avión?
-En ese momento sentí una libertad hermosa y hasta me dio miedo. Tenía 16 años y estaba dejando a mis padres, a mi familia y a mis amigos. Era todo nuevo, tenía que cocinarme y lavarme la ropa entre, entre otras cosas. Todo esto se sumaba al cambio de estudio porque ellos tienen una forma de bailar diferente. Fue aprendizaje en todos los sentidos de mi vida y lo sigue siendo.
-Vas a participar del XIII International Ballet Competition, uno de los certamenes más importante del mundo, ¿cómo fue el proceso?
-Todo el teatro estaba hablando del concurso- que se realiza del 10 al 20 de junio-, entonces dije yo voy. Justo estaba en Estados Unidos, pero eso no fue un impedimento. Mandé videos, toda la información que ellos piden y me seleccionaron. Me mandaron la carta y a partir de ese momento fue todo felicidad.
"Espero pasar las rondas no para ir y competir y decir 'quiero mostrarla a todo el mundo', no. Tengo unas ganas de bailar que se me escapan del cuerpo", agregó.
-¿Cómo te estás preparando?
-Estoy disfrutando mucho de este camino. Por supuesto que hay cosas que corregir, que la quinta posición, que el vestuario, que esto, que aquello, pero estoy tranquilo porque lo estoy re disfrutando. Por suerte viajo con mi mamá, es todo lo que necesito. Ella me va a dar la paz para estar en el escenario como tal como soy.
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