Nacho Viale: "La sucesora de mi abuela será Ámbar, la hija de Juana. Es toda una artista"

Llegó en moto. Con jeans y remera gastada y el casco bajo el brazo, Nacho Viale sonríe como el soltero codiciado que sabe que es, súper relajado. Canchero. Habla de sus amigos y de su perro Ayrton, bautizado en honor a la eminencia del automovilismo, Ayrton Senna. Sobre sus costillas tiene grabado su logo.

Dice que su lugar en el mundo está del otro lado del "charco", en su residencia de José Ignacio llamada Casablanca. Quién sabe los momentos que habrá vivido allí. De su familia no tiene nada que decir más que elogios. Su abuela Mirtha -la grande, "Chiquita" Legrand- es su ídola, y en una exclusiva e íntima entrevista con Infobae, asegura que será Ámbar, la hija de Juana, la sucesora de su imperio y de su "mesaza".

-Vos sos el productor de tu abuela, ¿cómo es trabajar en familia?

Para mí es súper placentero por dos razones: puedo unir familia y trabajo. Si bien tenemos nuestros roces en lo laboral, tratamos de no llevarlo a lo personal. Entramos en un diálogo súper bueno ambos. Ella me dio mucho lugar y sigo aprendiendo. Es muy profesional y me encanta.

-¿Qué es lo que más disfrutás de hacer los programas con ella?

A mí me gusta mucho la energía que le pone al laburo, y, en lo personal, esa capacidad de ir reciclándose. Lo valoro y disfruto muchísimo.

-Este año cumplió 90. ¿Cuál es el secreto?

Tiene una cabeza increíble. Fue un caso de estudio médicamente. ¡(Facundo) Manes dice eso! A veces me canso yo y digo: "Si ella puede yo tengo que poder". Tiene una alegría que pone en todo lo que hace. Creo que ésa es la fórmula

-¿Pensás que va a haber un día en el que ella no quiera hacer los almuerzos?

Sí, yo siempre dije que los almuerzos los vamos a producir hasta el día que ella quiera. Hoy podría hacer más cosas porque su cabeza y su físico le dan. Es como ella dice: "Yo solamente quiero hacer esto". Lo otro es parte de su disfrute, ir al teatro o ir a comidas.

-¿Te pasó de recibir alguna amenaza por llevar a alguien a la mesa?

No, amenaza no. Sí suenan los teléfonos, pero me parece que es parte de la adrenalina que tiene el programa en vivo que a mí me gusta.

-¿Y qué pasa con los personajes que eligen no ir? ¿A ella le molesta?

No, no. Hay notas que creo que no las vamos a lograr y me encantaría tenerlas.

-¿Cuál por ejemplo?

Cristina.

-¿Y por qué pensás que después de dos entrevistas que le hizo no quiso volver a darle una?

Hubo una diferencia… Es raro, no sé. Los medios tienen un poder gigante. Yo en ciertos lugares claramente los encararía a los medios. Me parece que siempre existe una línea que uno puede preguntar todo y el otro puede contestar todo. Y el público ve si cree o no. Son posturas. Se han dicho muchas cosas de un lado y del otro. Si Cristina se quiere sentar sería bárbaro. Podemos hacer el programa desde donde ella quiera.

-¿Qué se siente haber sido famoso desde siempre por tu familia? 

Fueron como distintas etapas. Una fue la más ingenua, cuando uno no se da cuenta de nada y es chiquito. Después cuando uno empieza a ser más individuo en todo sentido empieza a tener sus cosas. Ya de adolescente empieza una etapa que joroba bastante. Y después, yo por ejemplo, pasé por momentos de mucho enojo personal, tenía reacciones desmedidas.

-¿Qué llegaste a hacer?

Pegarle a un fotógrafo, manotearlo. Era más chico, 18 años. Eran más puteadas que otra cosa, y después te das cuenta de que están haciendo su laburo y es cuestión de tiempo y es un juego que va y viene. Yo lo tomo como un juego con reglas. Yo trato de no meterme y no hablar nunca. Y está todo bien y es parte del juego.

-¿Pasó alguna vez que una noticia los haya desestabilizado como familia?

No, cero. La mentira une más. Aunque, siempre hay un grado de molestia.

-¿Cuál fue el rumor que más te shockeó que no era cierto?

Hay varios. Hay uno reciente que se me viene a la cabeza porque no lo puedo creer. Hay una actriz que se llama Micaela Vázquez. Estaba en Punta del Este con seis amigos comiendo y tomando algo. Micaela que la conoce mucho a mi hermana Manuela me dice: "Hola, Nacho, ¿cómo estás?" Me levante un toque, la saludé en la mesa con mis amigos, pasó y siguió. La vi un segundo. Después me fui, ni la saludé. Y salió publicado "El romance de Nacho Viale". Decía que me vieron con ella. Me causó mucha gracia.

-Sos un soltero codiciado dentro de la farándula argentina. ¿Cómo te llevás con eso?

Me da mucha vergüenza, me lo tomo con bastante pudor si es que existe y si no existe el mito está bueno.

-¿Te imaginás formando tu propia familia?

Sí, parte de la vida es formar una familia. Con el discurso de que todos los tiempos se han atrasando un poco me estoy tomando el mío. Pero sí me imagino, aunque no sé cuándo.…

-¿Pensás hacer casamiento o sos más moderno?

Creo que lo que más me gusta del casamiento es la fiesta. Yo quiero hacer "el Superman" y esas cosas (Risas).

-¿Ves a alguno de tus sobrinos con dotes artísticos?

Si, Ámbar. Si me decís a mi quién va a suceder a mi abuela, ¡es ella! Si le das un poquito de rienda, se lleva el mundo puesto. Si Juana me deja la produzco mañana.

-Hablemos de tu trabajo, tenés varias producciones en tu haber: La Dueña, Estocolmo… ¿Te costó más por tu apellido?

Sí, se hizo más largo de lo que yo pensaba, pero nunca le puse energía en salir ya o rápido. Se fue dando de manera orgánica. Siempre tratamos en la empresa de ir dando los pasos lo más firmes posible. Las cosas se están dando súper bien. Los desafíos son que la empresa siga creciendo.

-¿"La casa del mar" te dio una sorpresa con la nominación a los Emmys?

¡Si! Fuimos a los Emmys, y yo soy muy mal perdedor, ¡muy malo! Mi papá es igual. Me acuerdo que en los Emmys llegamos y nos toca la primera terna de drama, y tenía una bronca tremenda. Me quería ir y recién empezaba la ceremonia, hasta que paré y miré a mi alrededor donde estaba y lo que estaba viviendo. Y lo pude disfrutar.

-En cuanto a tu trabajo como productor, estás muy sólido ya…

Sí, estamos contentos. Me parece que obviamente para la empresa los programas de Mirtha son un caballito de batalla y un barco súper importante dentro de la estructura. Pero también hicimos una apuesta de producir para plataformas o para medios que no son abiertos. El desafío este año es lograr más programas en aire y por ahí meternos un poquito en el rubro del entretenimiento que es algo que nos interesa bastante hacer. Es cuestión de tiempo.

-¿Es verdad que sos adicto al celular?

La tecnología me gusta mucho, y a veces también trato de involucrarme. A veces empiezo a sentir la edad en la espalda cuando tengo diálogos con Ámbar y te das cuenta de la velocidad, diálogos que tienen o palabras o formas. Ahí te das cuenta de que uno no es un Millennial, sino que es otra generación que ya se fue y es un híbrido. Pero me encanta. Eso sí, trato de encontrar momentos de desconectarme un poquito.

-¿Qué sentís que falta en la tele?

A mí Nico Repetto me encanta, como conductor me parece un diferencial total. Nico es muy profesional y lo veo involucrado en el 100% y a esta altura de la vida no sé si tiene ganas de eso o tiene ganas de disfrutar otras cosas.

También me gustaría una TV argentina que exporte formatos y no que los importe. El entretenimiento no es nada más que 4 pantallas de LED. Me gusta que se invierta en escenografía y que no todas sean iguales. De hecho nosotros en Mirtha lo hacemos. Me gusta la ficción tipo serie con otra inversión en la tira. Ojalá que vayamos camino a eso. Necesitamos una ley de medios que apalanque un poquito eso con una cuota de pantalla nacional importante para que las empresas nacionales o internacionales inviertan acá.

-Vimos al Presidente en el primer programa de Mirtha. ¿Cómo ves vos al país?

Creo que hay un poquito de todo, es un contraste que también se ve en los medios: lo que realmente está pasando y lo que está operado un poquito. La Argentina sigue teniendo ese vicio de la opereta mediática. Por otro lado, creo que hay cosas que necesariamente íbamos a un camino que le cuesta a todo el mundo. He tenido discusiones personales con amigos que se quejaban por ejemplo por lo de la luz, pero amigos que pagaban $76 pesos entre luz y gas y se quejaban, y les decía "déjate de joder". Y por otro lado creo que hay desaciertos también, o cosas pocos claras pero es parte del manejo político.

Al gobierno, el costado social lo critico un poquito y critico mucho la forma de comunicar que tienen, para lo bueno y para lo malo. Por ejemplo, el blanqueo en Argentina es un éxito y no les veo el ímpetu para comunicar eso. También creo que se comunicó mal el feriado del 24 de marzo, lo de Avianca. Creo que la falencia en la comunicación es muy grande. Yo creo en la comunicación como si fuese un bloque y lo tenes que moldear y crear tu escultura. Creo en generar conversación. Argentina no es un país fácil, los argentinos no somos fáciles, las divisiones políticas son durísimas…

-Si la mesa fuese tuya, ¿qué personaje sentarías en cada silla?

Sin cámara, a mi familia y mis amigos. Este círculo íntimo que me rodea, que es mi cable a tierra.

-¿Y cuál sería la mesa ideal para la TV?

La haría nacional: el presidente a la derecha, Cristina, Lanata, Tinelli, Susana. Y dejo una para el tema de la semana.

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