Esta vez, la noche sirvió como una excusa perfecta para que Letizia y Juliana exhibieran públicamente sus diferencias de estilo. Pero hay que decirlo: lo hicieron con la discreción y la complicidad que sólo una reina y una primera dama radiantes saben hacerlo.
Esta noche de miércoles, el presidente Mauricio Macri y la primera dama, Juliana Awada, ofrecieron una recepción de honor a los Reyes de España, Felipe VI y Letizia Ortiz, en el Palacio Real de El Pardo.
Hasta ahora en la intensa y protocolar gira presidencial que emprendió el presidente Mauricio Macri a España, la majestuosidad -además de la política y la cultura- también fue parte del viaje: los encuentros con los reyes y mandatarios españoles en el Palacio de El Pardo; y la empatía a prueba de flashes entre Juliana Awada y la reina Letizia Ortiz fueron la clave.
En El Pardo ambas fueron anfitrionas de lujo de una cena de gala que contó con varios invitados argentinos. Vestidas con el contraste que brinda el blanco y negro conformaron la mejor atracción: Juliana lució un vestido de corte asimétrico -doble falda tipo robe- con lazo a la cintura en total white, de crepe de seda, de la diseñadora argentina Evangelina Bomparola. El calzado muy acorde con el look, de colección propia, fueron unos stillettos gris perlados que le aportaron un touch trendy.
Para Letizia la síntesis de su look fue el sexy chic y por eso apostó por un look más osado. Enfundada en un vestido de mini lentejuelas brillantes a rayas blanco y negro, con un escote imperial classy y elegante. Medias de red opacas para la Reina y zapatos negros de taco alto clásicos. Tal vez lo más desacertado de su look.
La primera dama argentina impactó con un make up cargado en los labios, con un tono rojísimo y un rubor mate que resaltó sus pómulos; algo muy poco usual en Awada que prefiere el no make up natural.
Letizia eligió el pelo recogido, y Juliana una melena suelta y sauvage. Para Awada los accesorios fueron joyas importantes, mientras que para Letizia aros delicados y sin estridencias.
Pero la verdadera atracción de la noche fue la hermosa Antonia, hija del matrimonio Macri-Awada, quien correteaba entre las galerías del palacio entre reyes y mandatarios, y muy dulcemente pero con firmeza le pidió a su padre que no se vayan del Palacio El Pardo -donde reside la familia Macri durante la gira- porque ella "quiere quedarse a vivir allí".
Los invitados
Como invitados de lujo asistieron a la gala la cantante teen argentina Tini Stoessel, quien sorprendió con su elegancia y figura; otra vez de negro, con un Valentino auténtico. También el DT argentino del Atlético Madrid, Cholo Simeone y su mujer Sofía Pereyra.