El gran jefe argentino: construyó una casa de verano para sus empleados

Emilio Sáez es el dueño de una panadería en Tierra del Fuego y les regaló una casa a sus empleados en Puerto Madryn para que disfruten 14 días al año. ¿Lo curioso? No se los cuenta como vacaciones

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Los empleados, en la quinta, disfrutando la pileta
Los empleados, en la quinta, disfrutando la pileta

La noticia adquiere notoriedad. Y más aún porque sucede aquí, en Argentina, más precisamente en la ciudad de Tolhuin, Tierra del Fuego, en donde un hombre quedará para siempre en el corazón de decenas de personas que jamás olvidarán lo que hizo Emilio Sáez: el jefe que construyó una casa de verano para sus empleados.

Algunos lo conocen como el dueño de la panadería "La Unión", pero quienes trabajan para él lo llaman "el mejor jefe de la Argentina". Las razones, más que obvias. Hace algunos años, Sáez comenzó la construcción de una enorme casa de vacaciones en la ciudad de Puerto Madryn, provincia de Chubut.

Las cuatro habitaciones, el jardín y la pileta climatizada fueron ideadas y materializadas para que los empleados de "La Unión" la disfruten durante el año. Cada uno de ellos puede usarla 14 días, llevar a su familia o invitar amigos. Emilio paga todo, aunque los gastos alimenticios corren por cuenta de cada uno de ellos.

Lo más llamativo es que estos "días extra" no son parte de las vacaciones oficiales de los empleados. "Me gusta que la gente esté contenta", dijo Sáez a La Nación. "Hace cuatro o cinco años, con mi contador teníamos un sobrante de plata. Porque en nuestra panadería no tenemos problemas, ¿viste?, no tenemos que echar a nadie ni pagar juicios. Nos va bien. Así que se nos ocurrió construir la casa en un terreno que teníamos en Madryn. La construimos para todos, para ellos y para mí".

La Unión, en Tierra del Fuego, un clásico de aquella zona
La Unión, en Tierra del Fuego, un clásico de aquella zona

A la hora de diagramar quién la usa y cuándo, dice no haber conflictos. "En la panadería somos 30 y se trabaja todo el tiempo, muy intensamente. Hay que llevarse bien y me gusta que vengan a trabajar contentos", agregó.

"La iniciativa está muy piola", explicó Jorge Centurión, que trabaja hace nueve años en la panadería. "Se nos incentiva a que salgamos un poco, a que desconectemos. Además a veces hay premios por el trabajo. Y a la casa vamos todos, está buenísimo".

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