Informe del FBI: las celebridades son las nuevas víctimas de los ataques en la vía pública

Las redes sociales rompieron con casi todos los paradigmas de interacción entre personas. Los ataques a figuras públicas no fueron la excepción. Hasta entonces, los agresores preferían víctimas relacionadas a la esfera política y judicial. Ahora, un nuevo estudio -realizado por un alto funcionario del FBI y una reconocida psicóloga forense- reflejó que el target apuntado se modificó.

El estudio, publicado en la revista Ciencias de la Conducta y la Ley, se propuso actualizar una investigación que examinaba los ataques a figuras públicas entre 1949 y 1995. Ese informe analizó a 83 atacantes y descubrió que el 68% de los blancos elegidos pertenecían al gobierno o a la justicia, mientras que solo el 19% apuntaban a celebridades.

El nuevo estudio comprendió un período más corto -entre 1995 y 2015- y 58 atacantes, pero la principal diferencia que descubrió fue el aumento considerable en el target a celebridades. Del 19% anterior se pasó a un 34% en figuras de distintos ámbitos como el cine, el deporte y los medios. Así y todo, los dirigentes políticos y judiciales continuaron liderando el ranking con un 38%.

Los autores del estudio atribuyeron el cambio a la proliferación de las redes sociales como Facebook, Twitter, Instagram, entre otras, que alimentan una cultura de la celebridad y crean una ilusión de intimidad, de un vínculo cercano a las estrellas. Además, para ciertos atacantes -un tercio de ellos que son delirantes- este tipo de relaciones digitales se sienten como una conexión personal, como una conversación que amplifica el vínculo.

Asimismo, el estudio reveló que las figuras tradicionalmente acechadas, entre ellos los políticos, perdieron parte de su atractivo en los ataques porque ya no son vistos como símbolos poderosos cuyas muertes proporcionará fama eterna. "Estos ataques son ahora por enojo y por problemas personales", dijo J. Reid Meloy, el líder de la investigación y profesor de psiquiatría forense en la Universidad de California en San Diego. "Ellos no quieren fama. Quieren venganza por algún mal que percibieron", detalló.

Meloy y la coautora del estudio, Molly Amman, directora del Programa en la unidad de Análisis del Comportamiento del FBI, acuñaron un término para reflejar este nuevo target de los ataques: "Figuras íntimamente públicas". Y las redes sociales no sólo ofrecen a los atacantes este vínculo falso, sino que les da una idea de dónde la celebridad está en cada momento.

En el artículo, los autores describen decenas de víctimas que son figuras públicas. Por ejemplo, la cantante Paris Hilton, atacada frente a un tribunal por un acosador; el reconocido periodista Tom Brokaw, atacado por un agresor que le exigía dinero y, el caso más emblemático, la notera de televisión Alison Parker y el camarógrafo Adam Ward, quienes murieron en una transmisión en directo a manos de un antiguo compañero de trabajo.

El estudio encontró numerosos aspectos de las personalidades de los atacantes que permanecieron constantes. El patrón los describe como -casi siempre- hombres con mentes perturbadas, que antes de llevar a cabo el ataque no realizan una amenaza a la víctima. Apelan a la acción directa y su móvil suele ser ira acumulada por falta de atención de la celebridad o una decepción puntual que se maximiza a un nivel exagerado.

Las repercusiones del estudio

En el ámbito de la criminología, la reacción a los resultados de la investigación fue variada. Por un lado, quienes recibieron favorablemente el informe: "Para nosotros, que estamos involucrados en la evaluación de amenazas, este es un dato que confirma lo que hemos estado observando desde hace un tiempo", aseguró a The Washington Post el especialista Mario Acalora, quien dirige el equipo de investigación de violencia selectiva en la Universidad de Nebraska.

Por su parte, Marisa Randazzo, ex psicóloga investigadora del servicio secreto y también optimista en cuanto a los resultados del informe, explicó: "La razón por la cual este es un estudio tan importante es que proporciona una visión completa de la amplia gama de personas que pueden convertirse en blancos debido a sus estatus de figuras públicas".

Sin embargo, otros expertos cuestionaron la metodología, con el argumento de que los datos no podían compararse "mano a mano" con los resultados del estudio anterior y expusieron que el recuento de los ataques podría ser incompleto debido a que su identificación se basó en el buscador de Google. Además, ninguno de los detenidos fue entrevistado por los investigadores, lo que limita en forma considerable los resultados del informe.

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